Llamar ley de “soberanía energética” a una mera declaración de seudoprovincialización de Salto Grande que todo el mundo sabe que no va a tener ningún efecto práctico es, cuanto menos, una broma de mal gusto. Basta de hipocresía y demagogia...! Lo que hay que hacer con Salto Grande es terminarla. Fue pensada como un proyecto multipropósito y es una asignatura pendiente. No debe ser sólo una usina generadora de energía. También debe servir para agua potable y saneamiento, navegación y riego #TerminemosSaltoGrande
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