DECLARACIÓN DEL COMITÉ PROVINCIAL DE LA UNIÓN CÍVICA RADICAL DE ENTRE RÍOS
El 
sistema republicano se asienta en la división de poderes. Se trata de un 
concepto simple pero contundente, que forma parte del legado de la modernidad y 
que ha servido para edificar en los países más avanzados sociedades tolerantes y 
pluralistas, donde circunstanciales mayorías y minorías se respetan 
mutuamente bajo el imperio de un conjunto de normas básicas que rigen para todos 
en el marco del Estado de Derecho. Mezclar 
los partidos políticos con el sistema judicial, es meter la politiquería dentro 
de las sentencias de los jueces. 
La 
independencia de la Justicia, en ese contexto, es la garantía que establece que 
nadie, por mayoritaria que sea la voluntad popular que le otorga un mandato 
temporal y limitado, pueda vulnerar derechos y garantías de carácter universal 
consagrados en la Constitución nacional.
El 
justicialismo desde 1949, con 
Perón, con Menem desde 1989, y ahora 
con la Sra. Presidente ha tenido históricamente notorias dificultades para 
entender y aplicar la esencia del sistema republicano.. El gobierno nacional, 
reeditando las peores tradiciones autoritarias de sus antecesores, se empecina 
en procurar la hegemonía absoluta del poder despreciando al Congreso, fulminando 
el federalismo y las autonomías provinciales y municipales, coartando la 
libertad de expresión en los medios de comunicación, y ahora, a través de la 
cínicamente denominada "democratización" de la Justicia pretende 
dar el golpe de gracia a la República.
Una 
Justicia independiente del Poder Ejecutivo es la última garantía que tienen los 
ciudadanos frente a los abusos del gobierno, y la Sra. Presidente y sus 
funcionarios sólo parecen preocupados por consolidar su propio poder a toda 
costa y como un objetivo en sí mismo y a su vez generar condiciones para lograr 
su impunidad frente a los numerosos casos de corrupción que aguardan su 
juzgamiento.   
Tenemos 
sobrados argumentos para descreer de las argumentaciones de los funcionarios del 
Poder Ejecutivo Nacional y sus legisladores que tuvieron, a horas del inmenso 
dolor causado por las inundaciones, la celeridad y la eficiencia para obtener un 
dictamen "express" de leyes bochornosas que no ejercitaron a la hora de auxiliar a los 
damnificados por su propia inoperancia y falta de planificación y cuyo partido perdió 26 años de gestión en la 
Provincia de Buenos Aires.
               El 
radicalismo rechaza y repudia enfáticamente este intento autoritario de prohibir 
la justicia y convoca a todos los sectores de la ciudadanía a resistir, en pos 
de salvar la República y sus instituciones democráticas.-
 
 
 
 
 
 
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