Por José Antonio Artusi
Se cumplen hoy 835
años de la masacre de York y 781 de la masacre de Montsegur.
York, Inglaterra,
1190.
Miguel Ángel Santamarina relata que “la masacre de York fue la
culminación de una serie de actos y manifestaciones antisemitas. El fervor
desatado por las cruzadas había provocado un sentimiento contra los judíos —y
también hacia los musulmanes, contra los que se luchaba en Tierra Santa— en
toda Europa durante el siglo XII. El origen de los disturbios que causaron este
pogromo en el norte de Inglaterra se sitúa en la ceremonia de coronación del
rey Ricardo I un año antes, a la cual no fueron invitados los nobles de
religión judía. Estos últimos eran en su mayoría comerciantes y empresarios, a
los que sus compañeros católicos pusieron en la diana con el objetivo de
conseguir eliminar las deudas que tenían contraídas con ellos. Después de la
masacre todos los documentos que justificaban esos débitos fueron quemados y
los nobles cristianos exonerados de sus obligaciones. Las revueltas comenzaron
en Norwich, Stamford y Lincoln. Luego fue el turno de York, donde una turba
amenazó con quemar las casas de los judíos más ricos de la ciudad. Las familias
judías comenzaron a huir y optaron por refugiarse en la Torre de Clifford. Allí
pensaron que estarían a salvo, al ser el castillo real un territorio donde
deberían estar protegidos por ser vasallos feudales del rey. Pero nada detuvo a
la masa que se dirigió hasta la fortaleza. La alternativa a la muerte era la
renuncia a su fe. La mayoría optaron por asesinar a sus mujeres e hijos para
después suicidarse. Los que decidieron resistir acabaron quemados por el fuego
o asesinados por los asaltantes.”
Montsegur, Francia, 1244.
En 2014 Matías Wiszniewer, escritor argentino, visitó el Castillo de
Montsegur. Aquí parte de su crónica: “El catarismo fue el movimiento
herético de mayor repercusión en los agitados caminos de la edad media… el
Castillo de Montsegur fue el escenario de la última resistencia cátara ante una
arrolladora cruzada que la Iglesia católica organizó para exterminarlos… Enemigos
acérrimos de la Iglesia católica apostólica romana, los cátaros pretendían ser
los verdaderos depositarios de la revelación cristiana. Su ideario era
fuertemente dualista. La tensión metafísica de la vida se enzarza en la lucha
eterna entre el bien y el mal. El bien asociado al espíritu, y el mal a la
materia. Para la comunidad cátara la Iglesia católica era el Anticristo. Luego
de una fallida campaña de conversión, el papa Inocencio III lanzó una cruzada
contra ellos, la cruzada albigense... La última resistencia cátara fue el
Castillo de Montsegur. En mayo de 1243, comenzó el definitivo asedio de la
fortaleza. Tras diez meses de resistencia, se iniciaron negociaciones para
acordar la rendición. Los sitiadores concedieron dos semanas para el abandono
del Castillo; solo podían salvar la vida si abjuraban de sus creencias. La
alternativa era la hoguera. Los acorralados prefirieron arrojarse a una inmensa
pira ardiente antes que renunciar a sí mismos. Así perecieron más de 200
mártires… En marzo de 1244, cuando ya solo quedaban vivos poco más de dos
centenares (de los seiscientos habitantes de la fortaleza), y mientras cuatro
“Perfectos” (así se denominaban los principales sacerdotes cátaros) escapaban
por una salida oculta, con el objeto de salvar el legado para las futuras
generaciones, se produjeron las últimas negociaciones: a cambio de la rendición
incondicional, la abjuración de la herejía y el regreso al catolicismo, las
tropas papales perdonarían la vida de los sobrevivientes. Pero la convicción de
los puros no se amedrentó: mejor la muerte que la conversión. El fuego de las
hogueras quemó vivos, sobre una ladera de Montsegur, el 16 de marzo de 1244, a
los últimos exponentes de la Iglesia cátara organizada como tal”.
Dos episodios separados por 54 años muestran cómo el fanatismo, la
intolerancia, y la barbarie se cobraron víctimas inocentes en el medioevo. Deberían
ser sólo hitos de un pasado ominoso que dejamos definitivamente atrás. Lamentablemente,
masacres contemporáneas nos recuerdan dolorosamente que todavía nos falta muchísimo.
El sangriento pogromo del 7 de octubre de 2023 perpetrado por el terrorismo de
Hamas en Israel, entre otras tragedias anteriores, debería ser recordatorio
suficiente. O la reciente masacre de 70 cristianos decapitados en el Congo por
terroristas vinculados a ISIS, o las masacres contra musulmanes alauitas en
Siria; tragedias que curiosamente no parecen despertar demasiada indignación. Víctimas
inocentes e indefensas, incluyendo niños, mujeres y ancianos, masacrados,
secuestrados y torturados sólo por ser judíos o cristianos o alauitas.
Nuevos inquisidores, no ya los del Santo Oficio, proclaman abiertamente su
voluntad genocida y totalitaria. Debería preocuparnos sobremanera que en
Occidente proliferen legiones de cómplices de esos inquisidores, o idiotas
útiles, potenciales víctimas de victimarios cuyos crímenes relativizan o
directamente reivindican. Miguel Wiñazki brindó en una columna en Clarín uno de
tantos ejemplos: “Un docente, Guido Saá, argentino, de la escuela Carlos
Pellegrini escribió en las redes, según los testimonios tomados antes de que borrara
sus mensajes, una barbaridad que quizás no piense solo él: "Espero que
haya tantos Bibas como sea posible", y agregó tras la visión de los
ataúdes: “Adoro los finales felices”. El periodista finaliza su artículo diciendo
que “no hay opción. O estamos con los Bibas, o con sus verdugos. Con la
democracia, o con la desgracia estranguladora del fundamentalismo. Con el
futuro, o con el medioevo matador. Con la vida, o con la muerte”.
Que nunca más los bárbaros se sientan con derecho a eliminar a nadie por
su etnia, su religión o su nacionalidad. Que los valores de la democracia
liberal y de los derechos humanos imperen en todo el mundo de una buena vez y
que las teocracias fundamentalistas y terroristas desaparezcan para siempre.
Fuentes:
Santamarina, Miguel Angel. "Zenda." La
masacre de York. 2022.
https://www.zendalibros.com/masacre-de-york-16-de-marzo-de-1190-inglaterra-antisemitismo/.
Wiñazki, Miguel. "El martirio de los niños Bibas y el
docente antisemita." Clarín, febrero 22, 2025.
Wiszniewer, Matías. "La mirada de Linceo." Montsegur
y la tragedia de los cátaros. Crónica de un viaje. 2024.
https://estebanierardo.com/2024/01/05/montsegur-y-la-tragedia-de-los-cataros-cronica-de-un-viaje/.
Publicado en el diario La Calle el 16 de marzo de 2025.
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