Por José Antonio Artusi
“La utopía está en
el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre
diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para
caminar.” Eduardo
Galeano.
“Un escenario, con
su carácter hipotético, está situado a mitad de camino entre una previsión y
una utopía.”
Bernardo Secchi
En 2016 el Registro Nacional de Barrios Populares
relevó 20 villas y asentamientos informales en Concepción del Uruguay. En 2018
la ley nacional 27453 dispuso un régimen de regularización dominial e
integración sociourbana de los más de 4400 barrios populares de todo el país. En
2020 se creó el Programa Argentina Unida por la Integración de Barrios
Populares. Hay actualmente recursos nacionales disponibles para proyectos
destinados a la urbanización de estos asentamientos.
En un trabajo académico de la Cátedra de
Planificación Urbanística de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCU que
realizamos el año pasado y que están puliendo 3 estudiantes becarios exhibimos
un escenario deseado para el año 2030, tomando como objeto de análisis e
intervención dos de estos barrios populares de nuestra ciudad, separados por el
acceso a la ciudad y unidos por una cañada, el FAPU y Las Mandarinas.
Cómo llegaremos al 2030? Con imágenes
parecidas a las que muestran los dibujos y videos de nuestros alumnos? Cuántas
viviendas se habrán podido construir? Cuántas habrán sido ampliadas o
mejoradas? Cuántas contarán con espacios de trabajo tales como huertas o
talleres? Qué obras de infraestructura de servicios básicos se habrán podido
habilitar? Habremos saneado la cañada? Qué equipamientos comunitarios habremos
priorizado y concretado, habremos hecho realidad centros de inclusión digital,
centros de primera infancia y escuelas de trabajo? Habremos hecho realidad las
imágenes de un parque de escala urbana en torno al Monumento a Urquiza?
Habremos avanzado realmente en pos de garantizar el derecho a la ciudad para
todos los uruguayenses? Habremos puesto en práctica el principio de la
distribución equitativa de las cargas y los beneficios que se derivan del
proceso de urbanización? Habremos aprovechado la oportunidad de disponer de
financiación de programas nacionales para poner en marcha un círculo virtuoso
de recuperación y reinversión de la valorización del suelo que se genera por
las acciones públicas, tanto en obras y servicios públicos como en
disposiciones normativas y administrativas? Habremos puesto en práctica
instrumentos innovadores de gestión del suelo a partir de la reforma del Código
de Ordenamiento Urbano que estamos por comenzar a debatir?
Algo que hemos tratado de demostrar consiste
en señalar las enormes dificultades, complejidades y conflictos que se derivan
de un proceso como el que imaginamos; pero a la vez hemos procurado evidenciar
que por difícil que sea no es imposible. Se requiere planificación y gestión,
voluntad política, rigor técnico, participación ciudadana y continuidad en el
tiempo. Hagámoslo realidad.
Publicado en el diario La Calle de Concepción del Uruguay el 29 de Agosto de 2021.-
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