miércoles, 7 de febrero de 2024

ARTIGAS, URQUIZA, Y LA REPÚBLICA ARGENTINA

Por José Antonio Artusi

En una columna publicada en esta hoja el 19 de junio de 2022 sostuve que “la conversión de Artigas en el héroe nacional de un país hermano tuvo para nosotros un doble efecto; por un lado, la “elemental cortesía” de buenos vecinos lo salvó de la descalificación y los improperios, pero por otro lado lo perdimos un poco como un prócer propio, que lo fue, en grado superlativo. Félix Luna lo expresa de esta manera: “No debe extrañar la inclusión de Artigas en esta corta galería de caudillos argentinos. Toda su lucha estuvo enmarcada en el contexto nacional, del que jamás quiso salir… la actitud de Artigas no fue nunca separatista – mal que pese a los autores de su leyenda negra – ni aceptó los ofrecimientos que se le hicieron para constituir la Banda Oriental en una entidad nacional independiente… no podemos sentir como sentir como ajeno a este oriental eminente…”.” Recordemos también que Félix Luna no vaciló en considerarlo “el fundador del federalismo rioplatense”. Más adelante, expresé en esa oportunidad: “Artigas defendió con inusual lucidez y coherencia las ideas más progresistas de la etapa inicial de nuestra vida como nación independiente, y están magníficamente resumidas en las Instrucciones del año 13: independencia absoluta de la Corona española, organización constitucional, federalismo, libertad civil y religiosa, igualdad, sistema republicano y división de poderes, libertad de navegación y habilitación de puertos, libertad de comercio y eliminación de aduanas interiores, instalación de la capital federal fuera de Buenos Aires. Todas estas ideas, hasta la última, intentada sin éxito por Alfonsín, mantienen plena vigencia”.

Pedro Felix Guridi es un historiador uruguayense radicado en Posadas. En 2023 la editorial de la Universidad Nacional de Misiones publicó un libro de su autoría, titulado “El artiguismo y su legado”, que viene a echar luz sobre esta cuestión, con un enfoque que brinda una mirada distinta a la que estamos acostumbrados, sumamente enriquecedora para alimentar los debates que sigue suscitando.

Es especialmente interesante el aporte de Guridi en relación al vínculo entre Artigas y la génesis del Estado argentino, y en particular el que muestra el hilo conductor entre las ideas de Artigas y las acciones de Justo José de Urquiza. Guridi lo expresa con inusual contundencia, y a mi entender, con acierto: “Podemos decir, metafóricamente, que Argentina fue construida por Justo José de Urquiza a base de los planos dejados por Artigas. La grandiosa y heroica epopeya de 1851-1853, enhebrada sucesivamente en el Pronunciamiento, Caseros, el Acuerdo de San Nicolás y la sanción de la Constitución fue el consecuente de otra gesta, la de 1811-1813, del Éxodo, el Campamento del Ayuí y el Congreso de las Tres Cruces… Urquiza no sólo dio la Constitución a los argentinos, con ella y por medio de ella creó el Estado argentino sobre el esquema maestro diagramado por Artigas… Artigas no pudo hacer viables las Provincias Unidas pero sembró el terreno para que Urquiza pudiera cosechar la república.”       

En el posfacio de su obra Pedro Félix Guridi ensaya una suerte de síntesis de su planteo, y expone los desafíos que la interpretación histórica presenta para la construcción del futuro: “… la figura y el papel de Artigas todavía hoy aparecen nimbados por la oscuridad, pues muchos no advierten aún los verdaderos alcances del proceso que comandó. Para los argentinos es una figura marginal. No ven su acción como el origen político de la Argentina. En tanto, los uruguayos lo vinculan con el origen de su nacionalidad. No advierten claramente su papel federalista y lo relacionan con el proceso de la independencia uruguaya, con el cual sólo muy indirectamente está vinculado”.

Finalmente, Guridi reflexiona sobre la necesidad de lo que Alberto Demicheli, en 1962, denomina “una revisión urgente y necesaria” del tiempo histórico de Artigas, y considera al respecto que “Artigas duerme esperando su turno. En el mejor de los casos se lo considera un mero precursor del federalismo, y no el personaje eje de la constitución del Estado argentino… Procesos a todas luces portentosos, como el incomparable movimiento de pueblo denominado con justica “Éxodo”, o el increíble y fertilísimo mixtum social, político e ideológico que se produce en el campamento del Ayuí entre junio y septiembre de 1812, son olímpicamente desconocidos por esa “historia nacional de manual”, como así también es silenciada la porfiada supervivencia de las tesis artiguistas hasta aparecer nada menos que en el preámbulo de nuestra Constitución. Artigas aparece así, como un pensador local y solitario, sin una fuente de inspiración ni un marco de referencia, un genio incomprendido, o quizás un visionario exagerado. Igualmente, alguien extranjero, en su origen y acción. Por consiguiente, la comúnmente denominada “Historia argentina” es un relato extraño al devenir real de nuestro pueblo”.

Bienvenido este y otros aportes novedosos sobre las claves para entender nuestro pasado, porque sigue siendo necesario, tal como señala el autor en las palabras finales de su libro, encontrar “un camino destinado a sanar nuestra historia y, consiguientemente, a vivir en paz con ella”.-             

 

Publicado en el diario La Calle el 4 de Febrero de 2024.-

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