Se cumplen 35 años de la muerte de Lewis Mumford. Nació en New York el 19
de octubre de 1895 y murió en Amenia el 26 de enero de 1990. Historiador,
sociólogo, filósofo, urbanista, su vasta obra resiste todo intento de
encasillarla en cualquier clasificación de especialidades académicas. Una de
sus grandes obsesiones fue la ciudad y la civilización en su devenir histórico,
desde una perspectiva humanista y progresista a la vez.
Publicó numerosos libros, entre ellos Historia de la utopías, Técnica
y civilización, La cultura de las ciudades, La ciudad en la historia, El mito
de la máquina, La condición del hombre, y Perspectivas urbanas.
Ramón Alcoberro consideró que Lewis Mumford, “a partir de su estudio
sobre el urbanismo comprendió que algo no acababa de funcionar en la promesa
positivista de una sociedad tecnológica y feliz. Sin disponer de un título
universitario, cosa que le permitía a la vez no sentirse esclavo de la compartimentación
de saberes en claustros, Mumford fue el historiador de la tecnología cuya obra
nos mostró, precisamente, por primera vez, cuáles eran las causas no atendidas
de las crisis económicas y tecnológicas y otorgó a la ética, a las concepciones
del mundo y a la tradición cultural el papel central que una explicación
puramente progresista le había negado”. Este autor señala que “el lugar
donde suceden las contradicciones sociales es la ciudad y, por eso mismo,
Mumford dedicó algunos de sus mejores textos al estudio de la trama urbana y de
la comunicación. De hecho, algunos estudiosos consideran que su auténtica
aportación ha sido la dedicada al estudio de las transformaciones urbanas en la
historia”.
Sobre una de sus obras más trascendentes, La ciudad en la historia,
Arturo Almandoz Marte señaló que “emergió como clásico de un humanismo
urbano, una suerte de suma integradora de disciplinas que estaban en proceso de
diferenciación y profesionalización en las universidades, al promediar el siglo
XX”.
Pero quizás recordar lo que el propio Mumford escribió sea más
interesante que leer lo que sus críticos dijeron de su obra. Algunos de sus planteos
siguen teniendo una notable vigencia y sirven no sólo para entender el pasado
sino también para imaginar y construir un futuro mejor. En 1961, en La
ciudad en la historia, escribió lo siguiente:
“¿Qué es la ciudad? ¿Cómo se
originó? ¿Qué procesos promueve, qué funciones desempeña, qué propósitos
cumple? No hay definición única que se aplique a todas sus manifestaciones y
una sola descripción no puede abarcar todas sus trasformaciones desde el núcleo
social embrionario hasta las formas complejas de su madurez y la desintegración
corporal de su senectud. Los orígenes de la ciudad son oscuros, gran parte de
su pasado está enterrado o borrado de modo tal que resulta irrecuperable y es
difícil apreciar sus perspectivas en el futuro. ¿Desaparecerá la ciudad o el
planeta entero se convertirá en una vasta colmena humana? (lo que sería otro
modo de desaparición). ¿Las necesidades y los deseos que han movido a los
hombres a vivir en ciudades pueden recuperar, en un nivel aún más elevado, todo
lo que Jerusalén, Atenas o Florencia otrora parecieron prometer? ¿Hay una
opción viva a mitad de camino entre Necrópolis y Utopía, es decir, la posibilidad
de edificar un tipo nuevo de ciudad que, liberada de contradicciones internas,
positivamente enriquezca y promueva el desarrollo humano?”.
Finaliza con un párrafo que sigue teniendo tanta actualidad como cuando
lo escribió hace 64 años: “Ahora sabemos, mejor que nunca, que las
potencialidades ocultas de la vida van mucho más allá de la orgullosa álgebra
de la ciencia contemporánea; y que sus promesas, en cuanto a las futuras
transformaciones del hombre, son tan encantadoras como inagotables. Sin las
perspectivas religiosas que alentó la ciudad, es dudoso que se hubiera
desarrollado algo más que una pequeña parte de las capacidades del hambre para
vivir y aprender. El hambre crece según la imagen de sus dioses y hasta la
medida que ellos establecen. La mezcla de divinidad, poder y personalidad que
determinó la existencia de la ciudad antigua debe ser reconsiderada en los términos
de la ideología y la cultura de nuestra época, al verterlas en nuevas moldes
cívicos, regionales y planetarios. A fin de desbaratar las fuerzas insensatas
que hoy amenazan a la civilización desde dentro, es necesario que vayamos más
allá de las iniciales frustraciones y negaciones que han perseguido a la ciudad
a lo largo de su historia. De no ser así, los dioses estériles del poder, que
no se dejan contener por los límites orgánicos o los objetivos humanos, volverán
a hacer al hombre a su imagen sin rostro y pondrán fin a la historia humana. La misión final de la ciudad consiste en
promover la participación consciente del hombre en el proceso cósmico e
histórico. A través de su estructura compleja y duradera, la ciudad acrecienta
enormemente la capacidad del hombre para interpretar estos procesos y toma en ellos
una parte activa, formativa, de modo que cada fase del drama que en ella se
representa tenga, hasta el máximo grado posible, la iluminación de la
conciencia, el sello del propósito, el color del amor. Esa exaltación de todas
las dimensiones de la vida, a través de la comunión emotiva, la comunicación
racional, el dominio técnico y, sobre todo, la representación dramática, ha
sido la función suprema de la ciudad en la historia, y sigue siendo el
principal motivo para que la ciudad continúe existiendo”.
Si se busca “Lewis Mumford” en redes sociales se encontrarán muchísimas
menciones a una de sus frases, escrita hace 70 años, que muestra lo poco que
hemos aprendido de sus lecciones: “Añadir carriles a las autopistas para
solucionar la congestión vehicular es como aflojar tu cinturón para curar la obesidad”.
Fuentes:
Alcoberro, Ramón. "INTRODUCCIÓN A LEWIS MUMFORD,
CASI UNA HISTORIA O MÁS QUE UNA HISTORIA." n.d.
https://web.archive.org/web/20130509144607/http://www.alcoberro.info/planes/mumford01.html.
Almandoz Marte, Arturo. "Humanismo urbano de Lewis
Mumford." Prodavinci. mayo 15, 2024.
https://prodavinci.com/humanismo-urbano-de-lewis-mumford/.
Mumford, Lewis. La ciudad en la historia: sus orígenes,
transformaciones y perspectivas. Buenos Aires: Infinito, 1979.
Publicado en el diario La Calle el 26 de enero de 2025.
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