En menos de 3 años la gestión presidencial de Arturo Illia tuvo logros notables, que hoy parecen casi increíbles: Crecimiento del PBI del 10,3% en 1964 y del 9,1% en 1965. Crecimiento del PBI industrial del 18,9% en 1964 y 13,8% en 1965. Disminución de la deuda externa de 3.400 millones a 2.600 millones de dólares. Crecimiento del salario real un 9,6% entre 1963 y 1964. Descenso de la desocupación de 8,8% en 1963 a 5,2% en 1966. Apertura de mercados externos, inversión record en educación pública, ley de medicamentos, etc, etc..
Importa analizar esos logros e indagar en las causas que los
originaron, pero vale la pena también asomarse a lo que pudo haber sido y no
fue, el ambicioso programa de reformas que estaba previsto o en marcha y que
lamentablemente quedó trunco por el nefasto accionar de los sectores que alentaron,
propiciaron y consumaron el golpe de Estado que lo desalojó del gobierno, vale
decir las fuerzas armadas, la burocracia sindical con la anuencia de Perón,
sectores empresariales, periodistas, etc..
Eduardo Conesa considera que “el economista que primero y mejor
señalara en nuestro país los efectos perniciosos de las sobrevaluaciones
cambiarias fue Don Raúl Prebisch quien afirmara en 1956: “Hay que dar
incentivos para que la actividad privada produzca más y mejor. La inflación ha
contribuido poderosamente a destruir esos incentivos. El funesto propósito de
reprimir sus consecuencias mediante el tipo de cambio artificialmente bajo ha
privado de estímulo a la producción agropecuaria llevándola a una grave
postración”…”. Y enfatiza que “particularmente interesante en este punto fue la
gestión del Dr. Arturo Illia. Este presidente por consejo directo de Prebisch
indexó el tipo de cambio con un sistema que se denominó “crawling peg”,
adoptado por muchos países con inflación que, sin embargo, no querían cometer
el grave error de sobrevaluar su propia moneda y matar así la gallina de los
huevos de oro, que son las exportaciones.”
Es interesante resaltar que los inmensos logros de esa gestión se
obtuvieron en un escenario signado por términos de intercambio sumamente
desfavorables. En efecto, Conesa incluye a la de Illia “entre las presidencias
más castigadas por los términos de intercambio”.
Para Eduardo Conesa la gestión de Illia “fue brillante. Indexó el tipo
de cambio para evitar que la inflación
lleve a la sobrevaluación cambiaria y de esta manera promover las
exportaciones. Puso en marcha las grandes inversiones que en los sectores
básicos de la economía se habían efectuado en la época de Frondizi. Por eso, la
economía argentina, ya liberada de la foreign exchange constraint, en los años
1964 y 1965, pudo alcanzar tasas de crecimiento altísimas del orden del 8%
anual. Además… los salarios reales se mantuvieron altos durante el gobierno de
Illia, lo cual fue consecuencia también de las fuertes inversiones del período
de Frondizi y de la misma remoción de la limitación externa al crecimiento
llevada a cabo por el desarrollismo frondicista.”
Arturo Illia tenía perfectamente en claro que la democracia política
necesitaba bases materiales, económicas, para afianzarse y consolidarse. En su
primer mensaje al Congreso manifestó: “La esencia de la democracia no queda
debidamente expresada por estructuras meramente jurídicas o por líricas
afirmaciones de dignidad humana o de igualdad de los hombres ante la ley...El
propósito
de perfeccionamiento de nuestra democracia...no podrá lograrse a no
ser que estemos resueltos a aceptar modificaciones sustanciales en las actuales
estructuras económico-sociales de nuestro país".
Es particularmente interesante analizar la reforma tributaria que se
intentó implementar durante su gobierno, iniciativa lamentablemente frustrada
por su derrocamiento pero que iba a tener – paradójicamente – algunos elementos
que iban a ser rescatados por la gestión del dictador Onganía. José Antonio
Sánchez Román señala que “a mediados de la década de 1960, el gobierno de
Arturo Illia propuso primero un impuesto nacional a la renta potencial de la
tierra. Es decir, se trataba de un gravamen que afectaba a lo que se
consideraba rentabilidad “normal” de la tierra de acuerdo a una evaluación
previa y no sobre los beneficios reales obtenidos. El objetivo era reemplazar
el impuesto a los réditos para el campo y aumentar la productividad, al
estimular a los propietarios a incrementar su producción hasta los niveles de
rentabilidad “normal” o superiores. Los propietarios y algunos economistas y
políticos vieron en este gravamen un peligroso impuesto al patrimonio… La
propuesta de Illia encontró una resistencia frontal de los propietarios rurales
(y en general de todos los representantes empresariales). El sucesor de Illia,
el gobierno autoritario de Onganía, introdujo un impuesto a la renta potencial,
como parte de las políticas económicas de su ministro Adalbert Krieger Vasena.
El impuesto era más moderado que el diseñado por la administración Illia y su
objetivo declarado era “modernizar” el campo antes que contribuir a una mayor
justicia social. A pesar de estas características, y de las credenciales
conservadoras del gobierno, los propietarios rurales se opusieron a la reforma,
que finalmente se implantó en 1969 en una versión muy moderada”. Debe quedar
claro que gravar la renta de la tierra es en cierto sentido similar a gravar su
valor, pues éste no es otra cosa que la renta capitalizada.
Silvia Lazzaro considera que “desde la Secretaría de Estado de
Agricultura y Ganadería se realizó un certero diagnóstico respecto a los principales
problemas que afectaban directamente al desarrollo de la actividad agraria:
proteccionismo indiscriminado a la industria y distorsión en el desarrollo
agropecuario; falta de equilibrio de la capitalización del sector; política
impositiva contraproducente; crédito limitado a la actividad rural; mayores
precios que no se tradujeron en aumentos de producción; detención del proceso
de subdivisión de la tierra; leyes de arrendamiento en vigencia que no
estimularon la mayor productividad; acción colonizadora limitada; reducción de
la superficie dedicada a la producción agrícola, tendiendo a formas más
extensivas de explotación;
estancamiento o disminución de la densidad ganadera; tendencia
negativa de los rendimientos unitarios de los principales cultivos de la región
pampeana; baja rentabilidad de la empresa agropecuaria; reducción del salario
rural; paulatina destrucción del suelo; y enseñanza agrícola estancada y en
algunos casos anacrónica, entre los principales problemas que se presentaban
como desafíos a enfrentar.” “En este contexto, - continúa la mencionada autora
- las principales líneas de acción que se propuso el gobierno apuntaron a
problemas tales como el régimen impositivo; la tenencia de la tierra; el
crédito agrario; la capacitación técnica; y a tratar de lograr un reajuste en
la política de desarrollo de la industria, sugiriendo al respecto la necesidad
de coordinar más estrechamente el crecimiento industrial y el agrario, en tanto
éste requiere cada vez más insumos de origen industrial. El núcleo de las
instancias a cumplir, en lo que hacía a la política agraria, se asentaba en el
propósito de evitar la inversión especulativa en tierras y la subutilización de
la capacidad productiva de las mismas, sobre todo en relación con la capacidad potencial
de la tierra, lo que posibilitaría un crecimiento acelerado de la producción
agropecuaria pampeana... Los aspectos sobre los que se hacía especial
referencia eran el régimen impositivo, la tenencia de la tierra, el crédito
industrial y el ajuste de la política de desarrollo industrial. En materia
impositiva el objeto básico sería la incentivación de la inversión de capital y
trabajo para el logro de una mayor productividad rural; para ello los impuestos
directos a la producción agrícola, así como los que gravan la renta real de la
empresa rural, deberían ser sustituidos progresivamente por otros que graven la
unidad de superficie aprovechable de acuerdo con su productividad potencial. De
esta manera se esperaba que los empresarios rurales se vieran alentados a
producir al máximo de sus reales posibilidades por razones de propia
conveniencia, al recibir el producto íntegro de esa mayor producción,
"...y quienes así no lo hagan sufrirán una gradual descapitalización por
acción del impuesto, lo que inducirá a transferir el bien a quien se encuentre
más capacitado técnica y económicamente para obtener de ella toda la renta que
potencialmente es factible que produzca...Además la tierra perderá parte de su
valor especulativo haciéndose así un bien más fácilmente asequible."
Estaba en marcha, como se ve, una reforma tributaria que si bien
estaba limitada al suelo rural podía perfectamente luego complementarse con normas
que se aplicaran al mayor valor del suelo urbano, cada vez más significativo. La
asequibilidad al suelo para trabajar y para vivir habría tenido de esa manera
un impulso significativo. Lamentablemente, dicha reforma, y otras de carácter progresista
y transformador que la complementaban, quedó trunca. Buena parte, por no decir
todos, de los problemas que Illia identificó como trabas para nuestro
desarrollo y la democracia social siguen ahí, la enorme mayoría de ellos agravados
por décadas de marchas y contramarchas y políticas desacertadas. Durante su
gestión presidencial se pusieron en marcha iniciativas basadas en ideas que
planteaban correctamente la raíz de los problemas y formulaban los remedios
adecuados.
Es nuestra responsabilidad rescatar esas ideas y actualizarlas para
que sirvan como insumo en el diseño de políticas públicas que hagan realidad la
gran revolución pacífica y democrática por la que Arturo Illia luchó toda su
vida.
BIBLIOGRAFÍA
Conesa, Eduardo y Rey , Luis Alberto. 2020. Economía Polìtica Argentina. Buenos
Aires : Prosa Editores, 2020.
Lázzaro, Silvia.
2003. El problema agrario durante el
gobierno de Arturo Illia. Memoria académica. [En línea] 2003. [Citado
el: 19 de Enero de 2022.]
https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.10767/pr.10767.pdf.
Sánchez Román, José
Antonio. 2014. Impuestos y
terratenientes en la Argentina: Un balance . Memoria académica. [En
línea] 2014. [Citado el: 19 de Enero de 2022.] https://memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.6727/pr.6727.pdf.
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