Agustín Ambrosio Artusi nació en
Concepción del Uruguay el 19 de diciembre de 1889. En su partida de nacimiento
el nombre asignado es Agustín Ambrosio, pero se lo conoció como Ambrosio, y en
documentos oficiales generalmente figura como Ambrosio A. Artusi. Sus padres
fueron Pietro Giuseppe Artusi, inmigrante italiano procedente de la pequeña
localidad de Introbio (Provincia de Como, Lombardía), y Catalina Tavella,
argentina, descendiente de inmigrantes italianos afincados en nuestra ciudad.
Fue el mayor de doce hermanos.
Acompañó desde muy joven a su
padre en diversas actividades económicas; explotación de montes y fabricación
de carbón de leña, actividad naviera, comercio mayorista y explotaciones
agropecuarias. La empresa Pedro Artusi e Hijo, en 1914, incluyó en sus
estatutos la participación de los empleados en las ganancias, mucho antes de la
inclusión de tal instituto en el artículo 14 bis de la Constitución nacional
reformada en 1957.
Fue uno de los fundadores del
diario “Los Principios” en 1924. El medio tuvo una clara identificación con el
radicalismo yrigoyenista. “Los Principios” acompañó durante dos décadas la
trayectoria política de Ambrosio Artusi. Como su fundador, el diario es
representativo de una época, y constituye un testimonio privilegiado de ese
tiempo histórico.
La actividad política fue la gran
pasión de Ambrosio Artusi. Participó intensamente en el radicalismo, y dentro
de él en el sector yrigoyenista, del que no se apartó nunca. Se desempeñó como
concejal en 4 períodos: 1916/1917, 1920/1921, 1924/1925, y en un breve lapso de
1926, año en el que fue electo diputado nacional.
En 1923 el radicalismo presentó
una plataforma en la que podemos encontrar algunas líneas de acción que van a
estar presentes más tarde en la gestión de Ambrosio Artusi como intendente. En
especial nos interesa recordar estos puntos: 3º.- Modificación del sistema
impositivo tendiente a liberar de impuestos a las industrias y ocupaciones
útiles. Impuesto sobre el valor de la tierra libre de mejoras; 4º.-
Mejoramiento de los sueldos de los empleados y obreros municipales. Seguro
obligatorio de vida y previsión social; 6º.- Edificación de casas económicas
para empleados y obreros; 7º.- Construcción de un mercado modelo y casa
municipal. Puede advertirse en algunas de esas propuestas, y en las de
plataformas anteriores, un temprano interés en incorporar instrumentos de
gestión del suelo tendientes a ordenar la urbanización y a promover la
consolidación del área provista con servicios, evitando la proliferación de
terrenos baldíos y la consiguiente especulación inmobiliaria. La mención a la
tributación sobre el valor de la tierra libre de mejoras parece denotar una
cierta influencia de las ideas del economista norteamericano Henry George.
Ambrosio Artusi fue electo
diputado nacional en dos oportunidades, en 1926 y 1930, pero su segundo mandato
fue muy breve, interrumpido por el golpe del 6 de Septiembre de ese año.
Se hizo cargo del Departamento
Ejecutivo Muicipal, sucediendo a Justo Germán Ravenna, el 1º de Julio de 1939.
Se constituyó de esta manera en el segundo presidente municipal uruguayense
electo por el sufragio popular directo, tras la reforma de la Constitución
provincial de 1933 y la sanción de la ley orgánica de municipios nº 3001.
Puede decirse que Ambrosio Artusi
recibió un municipio en orden, con sus finanzas saneadas y superávit en el
último ejercicio del mandato de su predecesor, el Dr. Ravenna. Continuando con
una tendencia que venía de gestiones anteriores, la administración de Ambrosio
Artusi se caracterizó por un prudente manejo de los recursos del erario
municipal, lo que permitió mantener la solidez fiscal con la que se encontró al
momento de asumir, a pesar del agravamiento de la situación económica a nivel
nacional como producto del impacto de la segunda guerra mundial, y en claro
contraste con las dificultades financieras que atravesaba el gobierno de la
provincia. Cabe enfatizar que una sana práctica de transparencia administrativa
de la gestión encabezada por el Dr. Ravenna, y de anteriores, continuada luego
por la de Ambrosio Artusi, consistió en publicar profusamente en medios
periodísticos de la ciudad el balance mensual de las cuentas municipales,
detallando lo pagado y lo recaudado cada mes y el acumulado durante el año
hasta ese momento, así como los saldos de las cuentas bancarias del
municipio.
El Mercado Municipal “3 de
Febrero” fue quizás la obra más relevante de la gestión que encabezó Ambrosio
Artusi. Todavía está en pie, en buena medida conservando su configuración
original y exhibiendo una calidad constructiva envidiable. Constituye un
exponente valiosísimo del patrimonio arquitectónico y urbanístico de la ciudad,
a la vez que ofrece una oportunidad enorme para revitalizarlo y contribuir de
ese modo a una jerarquización significativa del centro histórico de la ciudad. Cabe
enfatizar la celeridad de la construcción de la obra, prácticamente en el lapso
de un año.
El matadero y frigorífico
municipal fue pensado a su vez como un proyecto complementario al del mercado. El
18 de noviembre de 1944 se habilitó y posteriormente se impuso el nombre de
“Ambrosio Artusi” a este establecimiento, que funcionó hasta 1979 en el ámbito
de la administración municipal. “La Calle” informó el 17 de mayo de 1979 que el
Consejo Asesor Municipal –recordemos que se trataba de un gobierno de facto y
no funcionaba el concejo deliberante – había tratado la “privatización del
frigorífico”. Culminaba de esa manera un ciclo de 35 años. Más allá de los
acontecimientos posteriores, está claro que constituyó un importante impulso
inicial a la actividad frigorífica y un temprano antecedente de la promoción
del desarrollo económico local.
La administración de Ambrosio
Artusi fue pionera en materia de políticas públicas habitacionales a nivel
local. Anticipándose a programas nacionales y provinciales en la materia,
dispuso un programa de construcción de viviendas destinadas a trabajadores
municipales en el barrio La Concepción, el primero en su tipo en nuestra
ciudad, y sentó las bases para la institucionalización de dicha política con la
creación sobre el final de su gestión de la Comisión Municipal de la Vivienda
Popular. El 28 de Septiembre de 1939, evidenciando el lugar jerarquizado que se
le asignaba a la problemática del déficit habitacional, el Departamento
Ejecutivo envió un mensaje al Concejo Deliberante proponiendo la creación de la
Comisión Municipal de la Vivienda Popular y destinando recursos para la
construcción de casas para obreros. Esta iniciativa, por alguna razón, no logró
convertirse en ordenanza; pero sobre el final de su gestión Ambrosio Artusi
creó dicha comisión por decreto, el 12 de Agosto de 1943. La creación de la
Comisión Municipal de la Vivienda Popular, complementaria de lo que ya se había
hecho con las viviendas para obreros municipales, configuraba una política de
vivienda inédita en nuestro medio. Estaban allí presentes - con otros nombres –
ejes estratégicos y líneas de acción que habrían de rescatarse, de una u otra
manera mucho después, y que tienen incluso vigencia en el presente: la
necesidad de investigar la realidad de la problemática habitacional a los
efectos de obtener diagnósticos certeros para implementar soluciones basadas en
la evidencia, una intervención activa del Estado municipal para la concreción
de soluciones habitacionales no sólo en el área urbana sino también en lo que
hoy denominamos periurbano y en el área rural, la promoción de la agricultura
periurbana, el fomento del cooperativismo, la inclusión del alquiler social
como alternativa válida, la formación de un banco de tierras y un fondo de
desarrollo urbano, la necesidad de contar con un catastro como modo de
sistematizar la información para la toma de decisiones, la construcción de
viviendas como estrategia multipropósito, destinada, además del fin primario de
garantizar el derecho a una vivienda adecuada, también a fomentar la producción
local de materiales y la generación de empleos genuinos, etc.. Este programa,
destinado a institucionalizar de manera permanente una política pública
municipal de vivienda, lamentablemente careció de continuidad, pero es un
valiosísimo antecedente en esta materia.
Durante su período se presentaron
por parte del Departamento Ejecutivo dos importantes proyectos de ordenanzas
tendientes a mejorar las condiciones de los trabajadores del municipio: la
institución del salario familiar por hijo y la creación de la caja de
jubilaciones municipal. El primero fue sancionado y el segundo quedó pendiente,
por lo que en el informe de gestión se expresaba que “sería de desear su pronto
estudio y subsiguiente sanción por la rama legislativa”.
El 1º de Septiembre de 1939 se
creó por decreto una Comisión Pro Parque, para abocarse a los estudios sobre
esta cuestión, que tenía como antecedente, en 1934, una comisión provisoria
formada por vecinos y representantes de instituciones locales. Recordemos
también que durante la gestión anterior, en la que ocupó la presidencia
municipal el Dr. Ravenna, el entonces concejal Delio Panizza presentó un
proyecto de ordenanza tendiente a la creación de un parque nacional en la zona
de La Salamanca. En Enero de 1944 “La Calle”, a poco de finalizar la gestión de
Ambrosio Artusi, publicó una nota titulada “nuestro parque”, en la que señalaba
que “cuando el citado proyecto tomó notabilidad, el arquitecto Della Paolera
ofreció sus servicios profesionales, con los cuales se hubiera rodeado a la
obra de la seguridad de una racional y estética solución”. Se refiere al
ingeniero Carlos María Della Paolera, uno de los primeros urbanistas
profesionales argentino y el promotor de la iniciativa que convirtió al 8 de
noviembre de cada año en el Día Mundial del Urbanismo. No hemos podido
identificar el momento exacto en el que se barajó la posibilidad de una
intervención de Della Paolera, pero por lo que hemos comentado es probable que
haya sido durante la administración de Ambrosio Artusi.
Su informe de gestión da cuenta
de diversas obras en los distintos barrios de la ciudad, enfatizando el
mantenimiento y apertura de calles, en especial en el barrio San Clemente (hoy
Santa Teresita).
A cargo primero del Dr. Justo
Ravenna, y posteriormente del Dr. Rafael Pepe, la maternidad municipal
desarrolló en su gestión una acción relevante en materia de salud pública. El
municipio encaraba en ese momento un amplio conjunto de acciones que hoy bien
podrían encuadrarse en el concepto de atención primaria de la salud.
Poco antes de finalizar el
mandato constitucional se produjo el golpe del 4 de Junio de 1943, que
intervino la provincia y desalojó al gobierno encabezado por Enrique Mihura. El
24 de junio el interventor nacional decretó la disolución de las
municipalidades y de los concejos deliberantes y dispuso que las autoridades a
cargo de los departamentos ejecutivos continuaran en el cargo hasta que se
nombren comisionados. Habiendo aceptado desempeñarse interinamente el 27 de
Junio, Ambrosio Artusi presentó su renuncia indeclinable el día 13 de Agosto de
1943.
Ambrosio Artusi murió en su
ciudad natal el 25 de Enero de 1944, a los 54 años. Sus restos descansan en el
panteón familiar en el cementerio local. Una calle, antes denominada 25 de
Agosto, recuerda su nombre desde 1950.-
* Artículo elaborado a partir de fragmentos del capítulo sobre Ambrosio
Artusi en el libro “Intendentes Uruguayenses 1873 – 2023”, publicado
recientemente por la Municipalidad de Concepción del Uruguay, en el marco del
150º aniversario de su creación.
Publicado en el diario La Calle los días 29 de Octubre y 5 de Noviembre de 2023.-
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