sábado, 29 de octubre de 2022

UNA VISIÓN RADICAL

Por Roberto Rodriguez Vagaría

En el 114° aniversario del nacimiento de Arturo Frondizi

Son oportunos los 114 años de su natalicio para recordar aquellos desencuentros en el seno de la UCR por 1957 y que dieron el pulso, después, a la oposición del radicalismo "del Pueblo" desde 1958 a 1962.

Me es oportuno contarle a uds como es que fui testigo y actor de diálogos ya desapasionados que se fueron enhebrando con el tiempo nuevo, pero que habían arrancado con la ruptura dura y enconada de una generación anterior.

Se hizo evidente que la unidad de trinchera de aquel radicalismo de los años 40 hasta el 55 tuvo un membrete unificador sólido en la difícil convivencia entre aquellos gobiernos y nuestro principal partido opositor, de una oposición excluida, cuando no perseguida y en exilio.

Tantas luchas decantaron en un inesperado internismo infértil para el radicalismo.

Apagadas las pasiones y en el plexo de otra generación quiero remarcar las coincidencias que trajeron en el portafolio los nuevos gobiernos radicales con decisiones de Arturo Frondizi presidente. Esto se fue dando en el marco de la lacerante crisis permanente que envuelve a nuestra Argentina.

Fueron síntesis superadoras de las que poco se ha hablado y por eso vengo a aquí a enunciar solo algunas paradigmáticas, como radical y testigo de cómo han sido.

● Ningún gobierno radical modificó la Ley Domingorena de educación que tanta movilización y fervor costó por aquel artículo 28, pudiendo haberlo hecho. Es más, el gobierno radical del 83 convocó a Domingorena a formar del mismo.

● Es fértil indicar que después de la anulación de los contratos petroleros de la Administración Frondizi, que fuera una bandera programática del radicalismo del 63, la renovada conducción radical promovió nuevas miradas y Raúl Alfonsín, por iniciativa de Conrado Storani(también actor del 63-66), resolvió enunciar el Plan Houton, en Texas, en marzo de 1985, ante los petroleros, para transmitir un compromiso de seguridad jurídica a los contratos futuros y continuidad a decisiones de gobiernos democráticos anteriores para la extracción, transformación y exportación de hidrocarburos. Supera el simbolismo.

● Nunca más necesario que hoy recordar el esfuerzo de Frondizi en impulsar la relación con Brasil, que había estado sostenida en un planificado malentendido, alimentado en ambas partes.

Los acuerdos de la Conferencia de Uruguayana entre Don Arturo y Quadros en 1961, criticados en su época, resultó el antecedente para el acuerdo de Alfonsín con Sarney en 1985 en aquella Declaración de Foz de Iguazú para aventar sospechas de aprovechamiento bélico secreto nuclear. Así se pudo firmar con tranquilidad de conciencia e interés nacional, el Tratado de Tlatelolco para la desnuclearización de América Latina,  amén de ayudar a la  pacificación con Chile, fabricante de misiles.

● Me consta que muchos de los pasos de política exterior entre 1958 y el 62 fueron tenidos en cuenta para los fundamentos del 83 en la Convención Nacional UCR, que integramos, para encontrar el tono a la relación con los EEUU y Europa.

● El acento por el industrialismo de la UCRI modifica la programática de la UCR definitivamente.

● Si en dos oportunidades los radicales sentimos que otro radical lo había pensado antes, fue cuando nos tocó el turno de actuar en La Hora del Pueblo en noviembre de 1970, noveles abogados de la Juventud Radical y 11 años después, en la Multipartidaria Nacional de 1981.

En ambos casos era obvio, que más que una presión a una dictadura militar era contribuir a que el Justicialismo reingresara en un camino de convivencia democrática.

Temática en la que mucho antes había meditado Frondizi y sus equipos, por el 57/58.

Estos puntos he querido remarcar porque fueron temas de conversaciones muy discretas con los presidentes Alfonsín y De la Rúa, antes de serlo y que consideraban que Arturo Frondizi fue también y sobre todo un presidente radical con pensamiento y vuelo propio.

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