Por José Antonio Artusi
Luis María Rodríguez nació en 1901 y murió el 7 de Noviembre de 1981,
poco antes de cumplir 80 años. Al igual que dos de sus hermanos, José Antonio y
Héctor, abrazó la causa del radicalismo yrigoyenista. Víctor, por su parte, fue
uno de los principales dirigentes del Partido Comunista en Concepción del
Uruguay (una calle de nuestra ciudad lleva su nombre).
Enrique Pereira lo recuerda así en su reseña biográfica: “ciudadano
probo, inteligente, sencillo, y portador del singular apodo de Solapa”.
“Solapa” Rodríguez estudió abogacía en la Universidad de Buenos Aires y
tras regresar a su ciudad natal se desempeñó como defensor de pobres y menores
y posteriormente fiscal en el Juzgado Federal.
Tuvo una intensa y prolongada actuación en la Unión Cívica Radical, donde
llegó a ejercer numerosas responsabilidades a nivel departamental, provincial y
nacional. Internamente militó en las filas del unionismo, junto a destacadas
figuras de la época como Silvano Santander, a quien lo unió una estrecha
amistad. En épocas de intolerancia y autoritarismo ayudó a numerosos
perseguidos por el gobierno a cruzar a la República Oriental del Uruguay en
procura de asilo político
En 1935, con sólo 33 años, Luis María Rodríguez fue designado por el
Gobernador Eduardo Tibiletti como Ministro de Hacienda de la provincia de Entre
Ríos, cargo que ocupó hasta 1939, al decir de Enrique Pereira “con eficiencia y
sentido de progreso”. Durante la gestión de Ambrosio Artusi como Presidente
Municipal entre 1939 y 1943 estuvo a cargo, ad honorem, de la asesoría letrada
del municipio. En 1943 fue electo
senador por el departamento Uruguay, pero el golpe del 4 de Junio de ese año y
la intervención de la provincia le impidieron ejercer la representación de la
voluntad popular. En 1963 su prestigio y predicamento lo llevaron a presidir el
Colegio Electoral que consagró la fórmula integrada por Arturo Umberto Illia y
Carlos Humberto Perette como Presidente y Vice de la Nación respectivamente. El
Presidente Illia lo designó vicepresidente de la empresa Agua y Energía
Eléctrica.
Su pasión por la política y su dedicación a la función pública estuvieron
acompañadas por su participación en diversas entidades y su labor como
productor agropecuario. Presidió el Colegio de Abogados de Entre Ríos y la
Sociedad Rural de Concepción del Uruguay, y fue uno de los fundadores de la
Cooperativa Ganadera “El Pronunciamiento”.
En Enero de 1936 la revista “Hechos e Ideas” publicó un artículo de su
autoría titulado “Las finanzas entrerrianas”. La redacción del medio presentaba
al autor como “el joven y dinámico Ministro de Hacienda”. Es interesante recordar
algunos de los párrafos de ese trabajo; muchos de sus conceptos gozan de una
extraordinaria vigencia, y ciertas expresiones podrían perfectamente ser
enunciadas hoy por cualquier ministro de economía de las provincias argentinas:
“Es muy fácil equilibrar el Presupuesto haciendo cálculos alegres sobre
una recaudación que no es probable ni posible. Cuando hablo de equilibrar el
Presupuesto para terminar con los déficits, lo hago con la convicción profunda
de servir los intereses de la Provincia, que también son los intereses de la
Nación. Es necesario para siempre, aunque considero una obra ciclópea, terminar
con los sucesivos déficits que están lastrando la vida de la administración”.
“El papel del Ministro de Hacienda en las actuales circunstancias es el
más difícil, cumple la función más ardua. En todas partes se le aconseja que
introduzca severas economías y, al mismo tiempo, se le pide que haga obra de
gobierno”.
“He creído que la única forma de hacer finanzas sanas es hacer resurgir
la economía. Pero si hacemos un cálculo exagerado y gastamos de acuerdo con ese
optimismo, tendríamos que cubrir los nuevos déficits con nuevas gabelas, o
lanzar otros empréstitos de consolidación”.
“… demostré con cifras y porcentajes que los impuestos de Entre Ríos eran
los más moderados del país…; … la contribución territorial de la Provincia de
Entre Ríos es también un impuesto leve, uno de los más moderados de todo el
país. … Conceptúo que si alguna rebaja debe hacerse conforme a los principios
preconizados por la ciencia financiera no es precisamente en los gravámenes
sobre la tierra, porque precisamente los sociólogos y economistas, entre ellos
Stuart Mill, Wallace, y principalmente Henry George, consideran que debe ser la
única materia imponible por ser la contribución más justa ya que incide sobre
aquel que tiene el privilegio de tener el dominio y la posesión de la tierra,
factor principal de la producción y de la renta. Sin embargo, se pide la rebaja
de esa contribución que es el gravamen más justo y equitativo que existe en
todos los regímenes financieros del mundo y mucho más en nuestra provincia que
es un Estado nuevo en pleno crecimiento y desarrollo. Injustos son los impuesto
al consumo… y esa gabela que tantos recursos da al Estado grava a las clases
humildes, a los trabajadores… Establecía el Profesor Jeze en el estudio sobre
las finanzas argentinas que el impuesto más justo, el impuesto socialmente más
equitativo, era precisamente el impuesto de contribución directa a la tierra
porque aquí, país nuevo en pleno crecimiento, todas las fortunas se han hecho
por el mayor valor que día a día adquiere la tierra, no por el esfuerzo
exclusivo del propietario sino por el trabajo social de todos los componentes
de la República. Tenemos la prueba aquí y en muchas partes del país”.
Cabe aclarar que los impuestos al consumo mencionados son el equivalente
al actual impuesto a los ingresos brutos, mientras que la contribución
territorial se asemeja al actual impuesto inmobiliario, pero con una salvedad;
regía desde 1934 la ley 3006, promulgada en el gobierno de Luis Lorenzo
Etchevehere, que establecía sabiamente que “el impuesto de contribución directa
rural y urbana se abonará sobre el valor de la tierra libre de mejoras”, vale
decir que – a diferencia de lo que sucede actualmente – estaban completamente
exentas del tributo las construcciones y mejoras.-
Publicado en el diario La Calle el 5 de Mayo de 2024.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario