viernes, 16 de diciembre de 2011

Un presupuesto mentiroso que no alcanza a ocultar la realidad

Declaración de José Antonio Artusi, Presidente del Comité Provincial de la Unión Cívica Radical de Entre Ríos, a propósito de la aprobación sobre tablas en la Cámara de Diputados del proyecto de ley de presupuesto para el año 2012.-

Sobre tablas, sin debate, profundizando una peligrosa y siempre presente tendencia del partido de gobierno a desjerarquizar y menoscabar el rol del poder legislativo, la Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos acaba de aprobar el proyecto de ley de presupuesto para el año 2012, que venía en revisión del Senado.
Como los últimos, se trata de un proyecto ficticio, que va a ser modificado constantemente por el Poder Ejecutivo a su antojo gracias a delegaciones excesivas de facultades, desvirtuando de esta manera el sentido republicano de la divisón de poderes y de la intervención del Parlamento en el tratamiento de la "ley de leyes".
Basta ver en cada sesión de la Cámara en la nómina de asuntos entrados la por lo general extensa lista de decretos del Poder Ejecutivo que disponen reasignación de partidas para corroborar esta afirmación. Pero además, lo que termine siendo la versión definitiva del presupuesto de gastos y estimación de recursos distará significativamente de lo efectivamente recaudado y erogado. Las últimas ejecuciones presupuestarias muestran en este sentido una sistemática y constante sobreejecución de los gastos corrientes y una subejecución de los gastos de capital. La ejecución del presupuesto del corriente año no es una excepción. Sólo por dar un ejemplo, y para demostrar la falacia del supuesto "record de obra pública" en el 2011, cabe señalar que tal récord efectivamente existe en el "crédito", que asciende, para el rubro "construcciones" a la importante cifra de 3.125 millones de pesos. Pero cuando vemos la ejecución al 30 de Septiembre, constatamos que el "devengado" en 9 meses sólo asciende a 684 millones, que proyectado a fin de año asciende a algo más de 912 millones, o sea sólo un 29% del monto presupuestado. El año pasado se ejecutaron en el rubro "construcciones" 813 millones, que ajustados por la inflación del INDEK en la construcción (20%) asciende a más de 976 millones. Vale decir que a de continuar este ritmo,el nivel de ejecución del rubro construcciones, en términos reales, será menor al del año pasado. Y el del año que viene, probablemente aún menor. Vale señalar que el total de gastos de capital en el presupuesto 2012 ($4.264.497.000) es inferior al del 2011 ($4.880.220.000). Aunque ambas cifras sean "dibujitos", y no se cumplirán, si se subejecutan en proporciones similares, y si tenemos en cuenta el impacto de la inflación, es razonable pensar que el año 2012 registrará una inversión en gastos de capital (maquinarias, construcciones, etc.) menor a la del 2011.
También debe señalarse el impacto de la deuda a contraer, estimándose para el año que viene en más de 1.228 millones, casi un 50% más que lo estimado en la ley de presupuesto del corriente año.
Y, como los anteriores, este presupuesto también marca claramente la crisis del federalismo fiscal y la dependencia de recursos del orden nacional, que vulnera la autonomía provincial y la de los municipios.
El presupuesto dista muchísimo de ser la expresión financiera de un verdadero plan estrátegico de desarrollo provincial destinado a remover las causas estructurales de nuestro atraso y dependencia, que logre a su vez un proceso sostenido de crecimiento que haga que dejermos de ser una provincia expulsora de población. Por el contrario, es una mera autorización al Poder Ejecutivo a gastar, a endeudarse, y a reasignar partidas como le plazca.
Venimos aisistiendo a un incremento del déficit y del endeudamiento público, sin que ello se trasunte en una mejora de la eficiencia y la eficacia del funcionamiento del Estado, que se traduzca a su vez en más y mejores servicios de salud, educación, vivienda, seguridad y justicia para los entrerrianos. La diferencia en este caso consiste en el distinto contexto nacional que se vivirá el año que viene, con un ajuste que se traducirá en una merma del poder adquisitivo del salario y en un escenario de preocupante crisis internacional y caída de los precios de nuestra producción primaria. Lamentablemente, no usamos los años de bonanza para generar fondos anticíclicos y para sentar las bases de un proceso de desarrollo económico que generara suficientes empleos en el sector privado. En ese marco, se incrementará en 2,138 agentes la planta de empleados del Estado.
Si tenemos en cuenta que en la misma bochornosa sesión se aprobaron fuera de lista otros proyectos de ley autorizando más endeudamiento, y creando Ministerios de dudosa necesidad como el de Educación, en una provincia que tiene un organismo constitucional autónomo como el Consejo General de Educación, veremos que la ciudadanía entrerriana tiene sobrados fundamentos para preocuparse acerca del futuro de sus instituciones y de su economía.
El radicalismo entrerriano, fiel a sus principios y a su doctrina, desde el rol opositor que el electorado nos otorgó, seguirá bregando por un Estado provincial eficiente y moderno, que administre con transparencia y que defienda como corresponde a una provincia fundadora del sistema federal los recursos que legítimamente nos corresponden, para construir entre todos la democracia social que sigue siendo una dolorosa asignatura pendiente.-

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