miércoles, 15 de mayo de 2024

EL IMPULSO SUICIDA DE OCCIDENTE

Por José Antonio Artusi

Tras el pogromo del 7 de Octubre del año pasado, el peor atentado contra judíos después del Holocausto, en el que miles de personas inocentes e indefensas fueron masacradas, violadas, torturadas y secuestradas, incluyendo bebés y ancianos  - recordémoslo -  por el solo hecho de ser judíos, una ominosa y perversa ola de antisemitismo y antisionismo recorre Occidente, y llega, lamentablemente, a nuestro país.

La actitud de ciertos sectores en Estados Unidos y Europa, por ahora afortunadamente minoritarios, no puede sino ser calificada como una verdadera conducta suicida, propia de quienes sufren una ingenuidad rayana en la estupidez. En las más prestigiosas universidades norteamericanas, y en algunas europeas, estudiantes radicalizados se manifiestan en contra de Israel y supuestamente a favor del pueblo palestino, pero no pueden evitar ser cómplices de organizaciones terroristas y fundamentalistas como Hamas y Hezbolla, y del régimen iraní que los financia y promueve. En una tergiversación perversa y macabra de los hechos se presentan las barbaridades inenarrables del 7O como un acto de legítima resistencia frente a la opresión y se evita prolijamente cualquier forma de solidaridad y reclamo por la liberación de los secuestrados que siguen viviendo la peor de las pesadillas. Una de las acusaciones más absurdas que se hacen sobre Israel consiste en la de perpetrar un genocidio contra el pueblo palestino. En realidad, genocidio es lo que Hamas quiere hacer contra Israel; y es lo que Israel podría hacer y no quiere.

En escenas grotescas que darían risa sino fueran tan patéticas vemos a supuestas feministas y defensores de las minorías sexuales repetir como loros consignas absurdas, cuando precisamente las mujeres y los homosexuales son discriminados y sojuzgados de las maneras más crueles en los países donde rigen los preceptos del integrismo islamista, que negando siglos de avance en pos de la democratización y la secularización de las sociedades, pretenden dar a los mandatos totalitarios de una determinada religión el valor de una ley obligatoria para todos. Seudo feministas omitiendo la denuncia de las horrorosas vejaciones de las que fueron víctimas mujeres judías, evitando solidarizarse tanto con ellas como con las mujeres palestinas e iraníes que sufren la represión de regímenes teocráticos y absolutistas, han hecho decir a la periodista catalana Pilar Rahola, no sin algo de razón, que el feminismo ha muerto. En realidad el feminismo vive, pero no en las imposturas del identitarismo woke occidental, sino en las valientes mujeres iraníes que desafían a los ayatollas, y en las mujeres israelíes que no vacilan en tomar las armas para defender su país y su libertad.      

Militantes de extrema izquierda que no durarían una semana con vida, o al menos en libertad, si osaran repetir sus consignas delirantes en Gaza o Teherán creen ver en el pañuelo palestino la remera del Che y no dejan falacia y tontería por repetir, tergiversando y confundiendo todo de una manera tan evidente que probablemente a los historiadores del futuro les costará explicar tantos dislates. Si el máximo líder de la sangrienta teocracia iraní te felicita es difícil que te puedas percibir socialista, pacifista, laicista y feminista, pero los disparates de la cultura woke parecen obrar milagros.  

En el camino, el antisemitismo campea a sus anchas en los campus universitarios estadounidenses y en las calles de ciudades europeas, tal como en la Alemania nazi de la década del 30 del siglo pasado. Es hora de reconocer que el monstruo ha vuelto, bien que con un ropaje bien distinto, que no logra de todos modos ocultar su esencia perversa. El disfraz más usual consiste en negar que ese discurso reaccionario de odio es antisemita y postular en cambio que se trata de antisionista, como si ser sionista fuera un crimen; cuando en realidad el sionismo no es otra cosa que un movimiento de liberación nacional que defiende el derecho del pueblo judío a la autodeterminación y a tener su propio Estado legitimado y reconocido por la comunidad internacional como garantía última de su supervivencia, en su tierra ancestral. Desde su creación el Estado de Israel no inició ninguna guerra, pero se impuso en todas; entre otras por una razón muy sencilla, Israel no tiene otra alternativa que la victoria, una derrota lo enfrentaría a la trágica perspectiva de su desaparición, con lo que ello significaría para los judíos en todo el mundo. Y agrego, con lo que ello significaría para todos quienes se identifican con la libertad y la democracia. Israel enfrenta, casi solo, una guerra que no terminaría allí si la consigna genocida “desde el río hasta el mar”- o sea, borrar a Israel del mapa - se convirtiera en realidad. El integrismo salafista iría por todo, tal como se encargan de proclamarlo con absoluta sinceridad y honestidad intelectual sus ideólogos. Ahí están las persecuciones y matanzas de cristianos en países africanos y asiáticos para corroborarlo. Persecuciones que no despiertan la más mínima compasión ni solidaridad en el Occidente cristiano, por extraño que parezca. El integrismo yihadista no sólo mata en Medio Oriente, ya lo ha hecho en New York, París y Buenos Aires. Y sus líderes admiten orgullosos y entusiastas que lo volverían a hacer en pos de instaurar un califato global. ¿Qué más hace falta para que les creamos?       

Israel es el canario de Occidente. Tal como los canarios avisaban a los mineros cuando empezaba a faltar el oxígeno, lo que le pase a Israel y a los judíos sólo adelanta lo que le podría pasar a otros. Que el Estado de Israel, la única democracia liberal en Medio Oriente, se imponga frente a quienes abogan por su desaparición, y que el régimen oscurantista de Irán dé paso a un gobierno democrático que devuelva las libertades a su pueblo es un tema que debería importarnos a todos. Si no es por solidaridad y compromiso con ideales humanistas que por lo menos sea por interés.-

 

Publicado en el diario La Calle el 12 de mayo de 2024.-  

Leer más...

martes, 7 de mayo de 2024

LUIS MARÍA RODRÍGUEZ Y LAS FINANZAS PÚBLICAS PROVINCIALES

Por José Antonio Artusi

Luis María Rodríguez nació en 1901 y murió el 7 de Noviembre de 1981, poco antes de cumplir 80 años. Al igual que dos de sus hermanos, José Antonio y Héctor, abrazó la causa del radicalismo yrigoyenista. Víctor, por su parte, fue uno de los principales dirigentes del Partido Comunista en Concepción del Uruguay (una calle de nuestra ciudad lleva su nombre).

Enrique Pereira lo recuerda así en su reseña biográfica: “ciudadano probo, inteligente, sencillo, y portador del singular apodo de Solapa”.

“Solapa” Rodríguez estudió abogacía en la Universidad de Buenos Aires y tras regresar a su ciudad natal se desempeñó como defensor de pobres y menores y posteriormente fiscal en el Juzgado Federal.

Tuvo una intensa y prolongada actuación en la Unión Cívica Radical, donde llegó a ejercer numerosas responsabilidades a nivel departamental, provincial y nacional. Internamente militó en las filas del unionismo, junto a destacadas figuras de la época como Silvano Santander, a quien lo unió una estrecha amistad. En épocas de intolerancia y autoritarismo ayudó a numerosos perseguidos por el gobierno a cruzar a la República Oriental del Uruguay en procura de asilo político    

En 1935, con sólo 33 años, Luis María Rodríguez fue designado por el Gobernador Eduardo Tibiletti como Ministro de Hacienda de la provincia de Entre Ríos, cargo que ocupó hasta 1939, al decir de Enrique Pereira “con eficiencia y sentido de progreso”. Durante la gestión de Ambrosio Artusi como Presidente Municipal entre 1939 y 1943 estuvo a cargo, ad honorem, de la asesoría letrada del municipio.  En 1943 fue electo senador por el departamento Uruguay, pero el golpe del 4 de Junio de ese año y la intervención de la provincia le impidieron ejercer la representación de la voluntad popular. En 1963 su prestigio y predicamento lo llevaron a presidir el Colegio Electoral que consagró la fórmula integrada por Arturo Umberto Illia y Carlos Humberto Perette como Presidente y Vice de la Nación respectivamente. El Presidente Illia lo designó vicepresidente de la empresa Agua y Energía Eléctrica.

Su pasión por la política y su dedicación a la función pública estuvieron acompañadas por su participación en diversas entidades y su labor como productor agropecuario. Presidió el Colegio de Abogados de Entre Ríos y la Sociedad Rural de Concepción del Uruguay, y fue uno de los fundadores de la Cooperativa Ganadera “El Pronunciamiento”.

En Enero de 1936 la revista “Hechos e Ideas” publicó un artículo de su autoría titulado “Las finanzas entrerrianas”. La redacción del medio presentaba al autor como “el joven y dinámico Ministro de Hacienda”. Es interesante recordar algunos de los párrafos de ese trabajo; muchos de sus conceptos gozan de una extraordinaria vigencia, y ciertas expresiones podrían perfectamente ser enunciadas hoy por cualquier ministro de economía de las provincias argentinas:

“Es muy fácil equilibrar el Presupuesto haciendo cálculos alegres sobre una recaudación que no es probable ni posible. Cuando hablo de equilibrar el Presupuesto para terminar con los déficits, lo hago con la convicción profunda de servir los intereses de la Provincia, que también son los intereses de la Nación. Es necesario para siempre, aunque considero una obra ciclópea, terminar con los sucesivos déficits que están lastrando la vida de la administración”.

“El papel del Ministro de Hacienda en las actuales circunstancias es el más difícil, cumple la función más ardua. En todas partes se le aconseja que introduzca severas economías y, al mismo tiempo, se le pide que haga obra de gobierno”.

“He creído que la única forma de hacer finanzas sanas es hacer resurgir la economía. Pero si hacemos un cálculo exagerado y gastamos de acuerdo con ese optimismo, tendríamos que cubrir los nuevos déficits con nuevas gabelas, o lanzar otros empréstitos de consolidación”.

“… demostré con cifras y porcentajes que los impuestos de Entre Ríos eran los más moderados del país…; … la contribución territorial de la Provincia de Entre Ríos es también un impuesto leve, uno de los más moderados de todo el país. … Conceptúo que si alguna rebaja debe hacerse conforme a los principios preconizados por la ciencia financiera no es precisamente en los gravámenes sobre la tierra, porque precisamente los sociólogos y economistas, entre ellos Stuart Mill, Wallace, y principalmente Henry George, consideran que debe ser la única materia imponible por ser la contribución más justa ya que incide sobre aquel que tiene el privilegio de tener el dominio y la posesión de la tierra, factor principal de la producción y de la renta. Sin embargo, se pide la rebaja de esa contribución que es el gravamen más justo y equitativo que existe en todos los regímenes financieros del mundo y mucho más en nuestra provincia que es un Estado nuevo en pleno crecimiento y desarrollo. Injustos son los impuesto al consumo… y esa gabela que tantos recursos da al Estado grava a las clases humildes, a los trabajadores… Establecía el Profesor Jeze en el estudio sobre las finanzas argentinas que el impuesto más justo, el impuesto socialmente más equitativo, era precisamente el impuesto de contribución directa a la tierra porque aquí, país nuevo en pleno crecimiento, todas las fortunas se han hecho por el mayor valor que día a día adquiere la tierra, no por el esfuerzo exclusivo del propietario sino por el trabajo social de todos los componentes de la República. Tenemos la prueba aquí y en muchas partes del país”.          

Cabe aclarar que los impuestos al consumo mencionados son el equivalente al actual impuesto a los ingresos brutos, mientras que la contribución territorial se asemeja al actual impuesto inmobiliario, pero con una salvedad; regía desde 1934 la ley 3006, promulgada en el gobierno de Luis Lorenzo Etchevehere, que establecía sabiamente que “el impuesto de contribución directa rural y urbana se abonará sobre el valor de la tierra libre de mejoras”, vale decir que – a diferencia de lo que sucede actualmente – estaban completamente exentas del tributo las construcciones y mejoras.-

 

Publicado en el diario La Calle el 5 de Mayo de 2024.-          

Leer más...