lunes, 16 de junio de 2025

CARLOS JUAN RODRÍGUEZ


Por José Antonio Artusi

Carlos Juan Rodríguez nació en Río Cuarto, Córdoba, el 13 de marzo de 1875 y murió en su ciudad natal el 26 de agosto de 1967.  

Cursó estudios secundarios en el Colegio del Uruguay y posteriormente obtuvo el título de abogado y de doctor en jurisprudencia en la Universidad de Buenos Aires. Regresó a Río Cuarto y fundó un partido denominado “Demócrata Social”, al que sus adversarios se referían despectivamente como el “partido de la alpargata”. En alianza con sectores liberales fue electo intendente de esa localidad, y posteriormente se desempeñó como diputado provincial, entre 1913 y 1914.

Seducido por el liderazgo de Hipólito Yrigoyen Carlos Juan Rodríguez se afilió a la Unión Cívica Radical, partido en el que tuvo una extensa y relevante carrera y en el que permaneció hasta su muerte. Fue diputado nacional por la provincia de Córdoba en 3 períodos; entre 1916 y 1920, entre 1920 y 1922, y entre 1926 y 1930.

En el tramo final de la presidencia de Yrigoyen, fue designado al frente del Ministerio de Agricultura y Ganadería, cargo que ejerció brevemente entre el 9 de agosto y el 12 octubre de 1922.  

En las elecciones del 2 de abril de 1916, en las que también se eligieron los electores que consagrarían presidente a Hipólito Yrigoyen, la UCR cordobesa obtuvo el 68,88%, consagrando seis diputados, entre ellos Carlos Juan Rodríguez, mientras que el Partido Demócrata Progresista consiguió el 31,11% de los sufragios y accedió a dos bancas. En 1920 el resultado se invirtió, se impuso el PDP con el 52,74% y la UCR debió conformarse con el segundo lugar con el 47,26%. Rodríguez renovó su banca en esa ocasión, pero sólo por dos años, por la ampliación de la cantidad de miembros de la cámara. El tercer mandato de Rodríguez como diputado nacional se vincula con las elecciones del 7 de marzo de 1926. En esa oportunidad el radicalismo cordobés sufrió la escisión de un sector que se presentó como UCR blanca y obtuvo el 3,19% de los votos. Insuficiente para conseguir una banca pero suficiente para determinar que por muy escaso margen el tronco principal del partido, que llegó al 47,01%, sea derrotado por el Partido Demócrata, que llegó al 48,10%, con la candidatura de Julio Argentino Pascual Roca Funes, “Julito”, hijo del Gral. Julio Argentino Roca.

En 1931 acompañó a Amadeo Sabattini como candidato a vicegobernador de la provincia de Córdoba, pero la fórmula se retiraría antes de los comicios, ante la certeza de que el régimen imperante no permitiría un triunfo radical, dado el antecedente del 5 de abril en la provincia de Buenos Aires, en el que la UCR se impuso con la candidatura de Honorio Pueyrredón, pero el gobierno de facto anuló las elecciones.   

El 7 de julio de 1935 se realizaron elecciones internas para elegir los candidatos radicales que iban a competir en las elecciones generales provinciales convocadas para noviembre de ese año en la provincia de Córdoba. En esa oportunidad Carlos Juan Rodríguez acompañó a Agustín Garzón Agulla como candidato a vicegobernador, pero fueron derrotados por la fórmula Amadeo Sabattini – Ángel Gallardo, que también se impondría en los comicios generales de noviembre. César Tcach destaca que “los procedimientos empleados en esta primera elección interna con voto directo para elegir candidatos a gobernador, intendente y legisladores, fueron inobjetables. El 13 de julio, el Núcleo Pro Fusión, derrotado en los comicios, expresó en un documento que “un elemental concepto de disciplina partidaria, y uno muy superior de orden democrático, obligan a todos los afiliados de la UCR a acatar el veredicto de las urnas, y más aún, a hacer suyos con decisión, entusiasmo y celo patriótico, los candidatos que merecieron la mayoría de los sufragios”.

Resulta de interés la vinculación de Rodríguez con sectores georgistas, seguidores de las ideas de Henry George, resumidas a menudo en la propuesta de un “impuesto único” que gravara la valorización del suelo libre de mejoras y fuera acompañado de la eliminación o la disminución de los tributos que pesaban sobre el trabajo, el consumo y la inversión de capital. En 1917, siendo diputado nacional, publicó un libro titulado “Proyecto de reformas a la ley de contribución territorial y fundamento de la teoría de Henry George”. Entre el 31 de agosto y el 2 de septiembre de 1919 se realizó en Córdoba la Convención Nacional Georgista. En la sesión inaugural intervino el diputado Carlos Juan Rodríguez, invitado especialmente para referirse a la base científica del georgismo.

En 1920 Rodríguez presentó un proyecto de ley por el que se reformaba la contribución territorial para terrenos ubicados en la Capital Federal y en territorios nacionales, estableciendo una escala progresiva sobre la valuación libre de mejoras, con alícuotas que iban desde el 0,8% al 2,5%. En 1928, contrariando de alguna manera el espíritu de la idea del “impuesto único”, presentó otro proyecto estableciendo un impuesto a la “renta” de las personas, antecesor del actual impuesto a las ganancias.  

En la sesión del 15 de junio de 1920 de la Cámara de Diputados Rodríguez intervino al tratarse la cuestión de las causas del fenómeno de la vivienda cara, y señaló que “fue necesario que aparecieran a fines del siglo XIX dos grandes economistas para que señalaran fundamentales orientaciones a la ciencia: Henry George y Adolfo Wagner. El primero, en su obra inmortal “Progreso y miseria”, ha demostrado que la armonía que debe reinar entre las leyes de distribución de la riqueza: que el fenómeno de la renta de la tierra es lo que perturba la justa repartición, e impide que cada uno reciba el producto íntegro del trabajo; y ha semiencontrado la fórmula del impuesto único a la tierra libre de mejoras, para corregir naturalmente, la injusticia económica.”

Es interesante constatar que compartir algunos aspectos de esta doctrina vincula en cierto sentido a Rodríguez con el yrigoyenista Sabattini, pero también con el antipersonalista entrerriano Luis Lorenzo Etchevehere, y aún con el conservador liberal cordobés Ramón José Cárcano.   

 

Fuentes:

Pereira, Enrique. Diccionario biográfico Nacional de la Unión Cívica Radical . Buenos Aires: Ediciones IML, 2012.

Revista de Ciencias Económicas. "Convención nacional georgista." Agosto 1919.

Tcach, César. "Ejercicio de un análisis comparado: primeras elecciones con voto directo en el radicalismo de Córdoba (1935 y 1939)." Pasado Abierto. 2015. https://fh.mdp.edu.ar/revistas/index.php/pasadoabierto/article/view/1466/4582.

 

 

Publicado en el diario La Calle el 15 de junio de 2025.-

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LEOPOLDO BARD: ENTRE YRIGOYEN, RIVER, NECOCHEA Y LA MEDICINA

Por José Antonio Artusi

Se cumplen 38 años de la promulgación de la ley de divorcio. Curiosamente, se cumplen también 103 años de la presentación de un proyecto de ley en ese mismo sentido, autoría del diputado nacional Leopoldo Bard.  

Leopoldo Bard nació en Buenos Aires el 11 de noviembre de 1883 y murió en su ciudad natal en 1973. Una reseña biográfica sin firma publicada en diarionecochea.com señala que “se sabe que era judío e hijo de inmigrantes austriacos. Cuando era adolescente, jugaba al futbol… en un equipo del porteño barrio de la Boca, el Santa Rosa. Su equipo se disputaba la supremacía del barrio con otro equipo llamado Los Rosales, pero a fuerza de enfrentarse tantas veces terminaron por hacerse amigos y decidieron fusionarse y crear un nuevo club. En una humilde asamblea, llevada a cabo una tarde de mayo en un baldío a la sombra de un sauce, este grupo de jóvenes trabajadores y estudiantes, ninguno mayor de 20 años y todos provenientes de familias humildes de la Boca, fundaron el Club Atlético River Plate. En esa misma asamblea, se eligió a Bard (quien pese a su juventud ya contaba con roce político en la por entonces opositora Unión Cívica Radical) como primer presidente del Club. Con el correr de los meses, la pasta de líder que mostraba en la cancha propició que sus compañeros lo eligieran también como capitán del equipo, convirtiéndolo en uno de los escasos casos en el mundo del fútbol en que un mismo individuo fue fundador, presidente, jugador y capitán de su equipo”.

Rodrigo Daskal considera que “los clubes deportivos, sociales y culturales ocuparon un lugar central en la constitución de prácticas e identidades barriales de los jóvenes criollos hijos de inmigrantes, en tanto el pasaje del fútbol como “novedad juvenil de frontera” a principios del siglo XX, a constituirse en parte de la “esencia” de la ciudad de Buenos Aires hacia fines de la década del ’20. En el caso de los clubes de fútbol, en sus comisiones directivas era posible encontrar buena cantidad de políticos radicales, como así también miembros de la elite social en los clubes por ella fundados, y unos años después lo mismo ocurriría con el comunismo y los clubes deportivos comunistas. La familia de Leopoldo Bard formó parte de las oleadas inmigratorias que poblaron el territorio argentino, de las que fueron parte muchos judíos de diferentes partes del mundo…”.

Tras recibirse de médico ingresó al Hospital Muñiz y se especializó en medicina laboral. Identificado con la Unión Cívica Radical y acompañando a Yrigoyen, sus dotes como orador y dirigente político lo llevaron a ocupar una banca en la Cámara de Diputados entre 1922 y 1930, llegando a presidir su bloque. Su gestión como legislador estuvo jalonada por iniciativas tendientes promover la emancipación civil y el derecho al sufragio de las mujeres, la institución del divorcio, la separación laicista entre la Iglesia y el Estado y la nacionalización del petróleo, en línea con la prédica de Yrigoyen y Mosconi.

En las elecciones del 2 de abril de 1922 fue uno de los 10 diputados electos por la UCR en la ciudad de Buenos Aires, con el 37,36% de los sufragios. En segundo lugar quedó el Partido Socialista, que con el 34,07% obtuvo 4 bancas, mientras que la conservadora Concentración Nacional llegó al 12,47% pero se quedó sin representación en virtud del sistema de mayorías y minorías vigente en ese momento.

En 1926 Bard renovó su banca, siendo el candidato más votado de la lista ganadora. Recordemos que el sistema de tachas imperante permitía que candidatos de una misma lista obtuvieran distinta cantidad de votos. La UCR alcanzó el 42,43% y volvió a consagrar 10 diputados. El Partido Socialista fue nuevamente la segunda fuerza, con el 33,94%, y renovó sus 4 bancas.  La novedad consistió en que el tercer lugar no correspondió a los conservadores sino a una escisión del radicalismo, la UCR antipersonalista, que con el 20,03% no obtuvo representación legislativa.

En la reseña biográfica mencionada se recuerda que “cuando luego de algunos viajes por el país conoció Necochea, quedó cautivado por la ciudad y encontró un lugar donde cristalizar sus ideas. La medicina de la época recomendaba el aire del mar para varias enfermedades infantiles, pero Bard sabía que, para muchos niños del país, la posibilidad de una estadía en la costa era inaccesible. Por eso ideó y llevó a cabo la Colonia Marítima de Niños débiles (lo que hoy es el Hogar Raimondi), en avenida 2 y 75, para que esos niños pudieran venir a la costa a restablecer su salud. La preocupación por la salud de los niños de bajos recursos lo llevó a impulsar también el Dispensario de Lactantes, para niños recién nacidos, en el antiguo hospital Díaz Vélez. Fue gracias a su gestión también que en 1929 se inauguró el emblemático puente Hipólito Yrigoyen, más conocido como Puente Colgante, y mucho tuvo que ver Bard para la ampliación y mejora de las escolleras. Por todos los servicios prestados a la ciudad, el municipio le obsequió una casa…De esa casa, en la que estaba instalado junto a su esposa y su hija, lo llevaron preso efectivos del ejército luego del golpe militar… Cuando lo subieron al tren, con destino a Buenos Aires (donde sería encarcelado), cientos de necochenses concurrieron a la estación, a despedirlo”.   

La dictadura instalada a partir del 6 de septiembre de 1930 lo sometió a crueles torturas. Tras ser liberado en 1932 fue absuelto de las injustas acusaciones recibidas. Bard, afectado severamente por los vejámenes sufridos en la cárcel, se concentró en su profesión y abandonó la militancia política y la función pública, a la que sólo volvería en 1947, para desempeñarse como director general de Higiene y Seguridad del Trabajo, durante la gestión de Ramón Carrillo al frente del Ministerio de Salud. El gobierno de facto que depuso a Perón en 1955 también detuvo a Bard durante un par de meses.

Leopoldo Bard perteneció a la masonería, actuando en la Logia Liberi Pensatori del barrio de la Boca de la ciudad Buenos Aires.

    

Fuentes:

Daskal, Rodrigo. "Leopoldo Bard, entre Hipólito Yrigoyen y River Plate." historiapolitica.com. n.d. https://historiapolitica.com/datos/biblioteca/daskal3.pdf.

"Leopoldo Bard, el fundador de River enamorado de Necochea ." diarionecochea.com. abril 7, 2024. https://diarionecochea.com/2024/04/07/leopoldo-bard-el-fundador-de-river-enamorado-de-necochea/.

Pereira, Enrique. Diccionario biográfico Nacional de la Unión Cívica Radical . Buenos Aires: Ediciones IML, 2012.

 

 

Publicado en el diario La Calle el 8 de junio de 2025.

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lunes, 2 de junio de 2025

CÁNDIDO URANGA

Por José Antonio Artusi

Se cumplen 95 años de la elección del colonense Herminio Juan Quirós y del paranaense Cándido Uranga como gobernador y vicegobernador de la provincia de Entre Ríos respectivamente, el 1º de junio de 1930.

Cándido Policarpo Uranga nació en Paraná el 26 de enero de 1877 y murió en su ciudad natal, a los 54 años, el 8 de mayo de 1931. Se dedicó al comercio, siendo uno de los integrantes de la firma “Uranga, Iraizoz, Izaguirre”, una reconocida ferretería paranaense. Siendo joven se inició en el periodismo y comenzó a participar políticamente en el radicalismo. En 1906 colaboró en el diario “La Lucha”, y estuvo entre los primeros fundadores, accionistas y colaboradores del histórico matutino “El Diario” de Paraná.  En 1914 fue elector de gobernador y vice en el colegio electoral que designó a Miguel María Laurencena y Luis Lorenzo Etchevehere, dando inicio al primer gobierno radical en Entre Ríos.    

En 1916 Cándido Uranga fue electo concejal en la ciudad de Paraná, y presidió el Concejo Deliberante. En 1918 fue designado intendente. Recordemos que entre 1903 y 1933 la Constitución establecía que los intendentes eran designados por el Poder Ejecutivo Provincial, mientras que los concejales surgían del voto popular. Ejerció la presidencia municipal de la capital de la provincia hasta 1922. Su gestión es recordada, entre otros logros, por el adoquinado de calles, la remodelación del Mercado de la Paz, el inicio del servicio de transporte público con tranvías eléctricos y la inauguración del Monumento a Justo José de Urquiza.

Uranga se desempeñó como diputado provincial en dos períodos, entre 1922 y 1925, durante la gobernación de Ramón Mihura, y entre 1928 y 1930, durante la gobernación de Eduardo Laurencena. Llegó a presidir la Cámara de Diputados.  

El 1 de abril de 1928 Cándido Uranga fue uno de los electores que obtuvo el radicalismo antipersonalista entrerriano en las elecciones para conformar el colegio electoral que designaría el 12 de junio a Hipólito Yrigoyen como el sucesor de Marcelo de Alvear en la Presidencia de la República. El colegio electoral nombró al entrerriano Francisco Beiró como vicepresidente, pero no pudo asumir el cargo por su prematura muerte. En Entre Ríos la fórmula radical Yrigoyen – Beiró obtuvo el 56,64% de los votos, la fórmula antipersonalista Melo – Gallo el 42,52% y los candidatos del Partido Socialista, Mario Bravo y Nicolás Repetto, el 0,83%. De modo tal que la UCR consagró 15 electores y la coalición que impulsaba al también entrerriano Leopoldo Melo 7, entre ellos Uranga. Obsérvese el protagonismo político de Entre Ríos en el contexto nacional en ese momento: Dos de los cuatro integrantes de las fórmulas que se votaron en el colegio electoral eran oriundos de nuestra provincia.       

Cándido Uranga también se desempeñó como director del Banco de Paraná y ocupó cargos directivos en la Compañía de Electricidad del Este Argentino.   

En 1930 Uranga integró la fórmula del radicalismo antipersonalista, acompañando como candidato a vice gobernador a Herminio Quirós. En las elecciones del 1 de junio de 1930 los antipersonalistas obtuvieron 48.230 votos, el 52,12%, mientras que la fórmula del radicalismo yrigoyenista, integrada por Enrique Fermín Mihura y Domingo Dasso contó con el respaldo de 44.119 sufragios, o sea el 47,68%. A diferencia de las elecciones anteriores, en las que en 1926 el radicalismo antipersonalista se había impuesto con la candidatura de Eduardo Laurencena derrotando al candidato yrigoyenista Francisco Beiró y dejando en tercer lugar al candidato conservador Fortunato Solanas, en 1930 los conservadores no presentaron candidatos propios y apoyaron a la fórmula encabezada por Quirós.  El colonense triunfó en 11 de los 14 departamentos que por entonces integraban la provincia, lo que le permitió conseguir una mayoría de 36 votos en el Colegio Electoral provincial contra 18 de Mihura. Recordemos que antes de la reforma constitucional de 1933 la elección de gobernador y vice era indirecta; los ciudadanos elegían electores que reunidos en el colegio electoral designaban a los mandatarios. El resultado de esa elección provincial de 1930 no deja de ser llamativo, dado que sólo tres meses antes, en los comicios para elegir diputados nacionales que tuvieron lugar el 2 de marzo, se impuso el radicalismo yrigoyenista con 49.559 votos, el 49, 47%, consagrando cuatro legisladores, entre ellos Ambrosio Artusi, que renovaba la banca a la que había accedido en 1926. Mientras que el radicalismo antipersonalista concitó el apoyo de 47.785 ciudadanos, el 47,69%, y obtuvo dos bancas. En esa oportunidad tampoco participaron los conservadores. Sí lo hizo el Partido Socialistas, que obtuvo el 1,91%.         

Quirós y Uranga asumieron el 1 de octubre de 1930, a pocos días del golpe de Estado que había derrocado a Hipólito Yrigoyen. Poco después de la muerte del vicegobernador Uranga, el 8 de mayo de 1931, falleció también el gobernador Quirós el 11 de septiembre, de modo tal que debió hacerse cargo del Poder Ejecutivo Provincial de manera interina el presidente del senado, Atanasio Eguiguren, y luego Alfredo Giandana y Carlos Irigoyen. A diferencia de lo que ocurriría en 1943, el gobierno de facto encabezado por Uriburu no intervino la provincia y hubo nuevas elecciones. El 8 de noviembre de 1931 se impuso el radicalismo antipersonalista con la candidatura a gobernador de Luis Lorenzo Etchevehere, acompañado por José María Texier como vice, quienes asumieron el 29 de diciembre. En esos comicios, con la abstención del radicalismo yrigoyenista, la UCR antipersonalista logró el 56,84% y el conservador Partido Demócrata Nacional, que promovía la candidatura de José Benjamín Gadea obtuvo el 37,33%. El tercer lugar correspondió a la Alianza Civil, coalición formada por el Partido Socialista y el Partido Demócrata Progresista y que llevaba como candidato a Ramón Sobral, con el 5,83%.        

Un dato poco conocido es que los compositores Eliseo Bartoli y Jacinto Fita saludaron el triunfo de la fórmula antipersonalista entrerriana con un tango titulado precisamente “Quirós – Uranga”.  

 

Fuentes:

Macchi, Manuel, and Alberto Masramón. Entre Ríos. Síntesis histórica. Concepción del Uruguay: Sacha, 1977.

Pereira, Enrique. Mil nombres del radicalismo entrerriano. Santa Fe: Universidad Nacional del Litoral, 1992.

Testimonios al autor de Martín Quiroz. 

 

Publicado en el diario La Calle el 1º de junio de 2025.

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