José Antonio Artusi
Víctor Daniel Etcheverry nació el 22 de julio
de 1879 en Concepción del Uruguay, por entonces Capital de Entre Ríos, y murió el
3 de mayo de 1943 en su ciudad natal. Ingeniero agrónomo, periodista, político,
tuvo una extensa y destacada actuación en el radicalismo entrerriano,
permaneciendo siempre en las filas yrigoyenistas.
El diario uruguayense Los Principios,
identificado abiertamente con la rama de la UCR que mantuvo invariablemente su
adhesión a Hipólito Yrigoyen, lo tuvo como uno de sus colaborares más
importantes. Actuó en la redacción y en la dirección del medio. Fue su
antecesor en tal responsabilidad Ernesto Bourband T. y su sucesor Luis María
“Solapa” Rodríguez.
Su interés por el cooperativismo y sus ideas
sobre el fomento de la producción agropecuaria quedaron plasmados en un libro
de su autoría que publicó la Librería del Colegio en 1914, titulado “Las
cooperativas agrícolas en Entre Ríos”, basado en la tesis con la que obtuvo su
título en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Nacional de
La Plata. En esa obra Víctor Etcheverry sostenía, en relación a las
cooperativas, que “el supremo ideal de estas asociaciones, es propender a
estimular la cultura general de la masa productora, es decir, elevar su nivel
de vida en su triple manifestación: económica, moral e intelectualmente
considerada, para que la legión de la clase rural laboriosa, adquiera plena
conciencia de sus ideas y de sus actos, sepa lo que hace y por qué lo hace,
llegue en fin, a constituir una colectividad superior en donde cada uno de sus
elementos componentes piense reflexivamente y accione libre de presiones extrañas”.
Osvaldo Fabián Graciano considera que “este argumento hacía referencia a la
necesidad de construir una sociedad agraria fundada en un agricultor capacitado
técnicamente pero también formado como ciudadano. Los ecos de la apertura
política que vivía la Argentina desde 1912 y que hacía posible el avance
político de los sectores medios urbanos se expresaban con claridad en esta
monografía y revelaba también el ambiente social y la politización de los
estudiantes de la UNLP y específicamente de su Facultad de Agronomía y
Veterinaria, conformado -como ya se señaló- por un estudiantado proveniente de
familias de clases medias urbanas (docentes, comerciantes, empleados públicos)
y rurales (hijos de colonos y arrendatarios) argentinos de primera generación
muchos ellos y otros inmigrantes”.
A tal punto fue relevante su aporte en este
sentido que el diputado nacional del Partido Socialista Nicolás Repetto expresó
en un artículo publicado por la Revista de Ciencias Económicas en 1921 que “la
cooperación agrícola ha alcanzado en la provincia de Entre Ríos un desarrollo y
una consistencia realmente prometedores. Gracias al fuerte espíritu de
asociación que reina en las numerosas colonias israelitas de la provincia, así
como a la propaganda del ingeniero agrónomo don Víctor D. Etcheverry y al estímulo
discreto ejercido por algunos particulares y el mismo gobierno provincial, la
provincia cuenta hoy con no menos de diez cooperativas agrícolas, todas ellas
en perfecto estado de consolidación, destacándose por su antigüedad,
importancia y amplitud de propósitos, el "Fondo comunal de la colonia
CIara", fundado en la colonia del mismo nombre el año 1904”.
Patricia Flier, en un trabajo sobre
la historia de la colonización judía agraria en Entre Ríos, centrado en la experiencia
de Colonia Clara entre 1890-1950, señala que “Entre Ríos fue la sede en junio de
1913 del primer congreso de cooperativas, reunido en la localidad de Lucas González,
oportunidad en la que se constituyó la Confederación Entrerriana de Cooperativas,
que se inició con la compra en común de materiales e implementos para sus
asociados. Si bien esta primera entidad de segundo grado tuvo una vida efímera
–fue refundada en 1930 con el actual nombre de Federación Entrerriana de
Cooperativas–, dejó un saldo favorable, porque desde ese momento las
cooperativas rompieron su estado de aislamiento, al considerarse parte
integrante de un proceso económico social que necesitaba del esfuerzo solidario”.
La mencionada autora que nos dice que en esa oportunidad “inauguró las
deliberaciones el ingeniero Víctor Etcheverry – presidente de la Comisión
organizadora – manifestando «que el Congreso era fruto de la idea del señor
Alejandro Mohor, gerente de «La Agrícola Regional» y del anhelo del presidente
del Fondo Comunal, Don Isaac Kaplan, aquí presentes», y contó con la
participación de cinco cooperativas y una asociación agraria”.
Víctor Etcheverry se desempeñó en la Sección Mutualidad y Cooperación del Ministerio de Agricultura de la Nación. Hernán González Bollo sostiene que su “fin era asesorar a pequeños y medianos arrendatarios y a propietarios rurales sobre diferentes modelos de cooperativas de responsabilidad limitada. El programa constituyó un intento de perfeccionar comportamientos y de ritualizar conductas en el mundo rural. Emilio Lahitte, Domingo Bórea y Víctor Etcheverry fueron los funcionarios que más se destacaron en la organización de los productores con innovaciones institucionales duraderas, que ocuparon un lugar menos ambiguo en las políticas agrarias”. Este autor también enfatiza que “a tres años de su creación, la Sección Mutualidad y Cooperación coordinaba tareas de asesoramiento y vigilancia junto a los agrónomos regionales de la Dirección General de Enseñanza e Investigaciones Agrícolas. Esta suma de ideas y prácticas en el terreno promovió y moldeó el perfil del cooperativismo rural, gracias a un diligente trabajo etnográfico sobre los productores, con reuniones colectivas y públicas en su medio social, para avanzar en asambleas hasta obtener la personería jurídica. Este logro sintetizaba la gran variedad de modelos de estatutos que preveía constituir bodegas, lecherías, sociedades frutícolas y de horticultores. El agrónomo regional Víctor Etcheverry es un ejemplo del trabajo de la Sección en las provincias de Entre Ríos y Santa Fe. Etcheverry desplegó en el medio rural una elaborada estrategia para lograr la participación y colaboración de los chacareros. Inicialmente, publicaba artículos sobre modelos de organización de cooperativas en los diarios zonales, que muchas veces eran el anticipo de las conferencias que ofrecía en cada pueblo o colonia visitados. Tenía bien claro que debía transmitir ideas sencillas, ejemplificadas con hechos y referencias conocidas por el auditorio. Luego, visitaba a los colonos en sus domicilios y, finalmente, seleccionaba a los líderes, con los que se vinculaba solidariamente. En Entre Ríos, alentó el primer congreso provincial, que se reunió en Lucas González en junio de 1913. En Santa Fe, estuvo presente en el Congreso de las Cooperativas Agrícolas Santafecinas, organizado por el primer gobierno radical de la provincia, en diciembre de 1913. Allí defendió el modelo de responsabilidad limitada frente al de las Cajas Raiffeissen, propuesto por los católicos sociales. En cada cuarto intermedio, Etcheverry explicaba las ventajas del primer modelo societario a los presentes.”
El 5 de diciembre de 1915 Etcheverry fue electo concejal para el período 1916/1917, en comicios que consagraron a seis ediles radicales y cuatro conservadores. En 1916 integró la Comisión de Hacienda y Obras Públicas, junto a Ambrosio Artusi y Alberto Lagier. Fue senador del Departamento Uruguay entre 1917 y 1928 y entre 1935 y 1939. En varios períodos ejerció la presidencia provisional de la Cámara.
Entre 1922 y 1926 fue el presidente del Consejo
Directivo de la Asociación Educacionista La Fraternidad. En 1923 gestionó a
través del diputado nacional Herminio Quirós un préstamo del gobierno nacional para
la terminación del edificio de la institución, ante la proximidad de su cincuentenario.
Curiosamente, cinco años más tarde ambos se enfrentarían electoralmente.
El 1º de abril de 1928 fue electo diputado
nacional junto a Enrique Fermín Mihura, en representación del radicalismo
yrigoyenista, con el 57,13% de los sufragios. En esa elección fue reelecto el
colonense Herminio Quirós, del radicalismo antipersonalista, con el apoyo del
41,85%. En esa oportunidad Etcheverry enfrentó a su copoblano Cipriano Marcó,
que también buscaba la reelección y no pudo lograrla, ya que obtuvo algunos
votos menos que Quirós, dado el sistema de tachas que regía en ese momento. En 1928 Etcheverry acompañó un proyecto de
ley del diputado Leopoldo Bard por el que se proponía la expropiación de las
concesiones privadas de petróleo. En
1929, en ocasión de tratarse un nuevo régimen de arrendamientos agrarios a
partir de un proyecto del diputado Juan José Ferrarotti, legislador radical
vinculado a la Federación Agraria, manifestó en el recinto: “yo sé que esta ley
es pura y exclusivamente de efectos transitorios, que con ella no se soluciona
el problema de la política agraria argentina (…) la grandeza del país se
consolidará cuando cada familia rural viva en mejores condiciones materiales,
morales e intelectuales. Hay que dividir el latifundio que es una vergüenza
nacional. Contemplamos que poderosos terratenientes, que pasean en Londres y
París no conocen sus predios extensos, no han contribuido en mejorar las
condiciones de vida y de trabajo de los productores rurales”. El proyecto en
cuestión fue aprobado en forma casi unánime, con sólo un voto en contra.
El período de Víctor Etcheverry como legislador
nacional, interrumpido por la asonada del 6 de septiembre de 1930, coincidió
con el momento de más virulentos enfrentamientos entre las dos ramas en las que
se había escindido el radicalismo entrerriano. Martín Gerlo señala al respecto
que “entre 1926 y 1930, la provincia fue escenario de una feroz disputa radical
que la puso al borde de la intervención federal. Antipersonalistas e
yrigoyenistas fueron entonces adversarios y en esa guerra discursiva no escatimaron
acusaciones mutuas”, a la vez que recuerda que “uno de los primeros proyectos
del diputado Enrique Fermín Mihura consistió en solicitar nuevamente, en este
caso junto a Víctor Etcheverry, el pedido de intervención en base a la
iniciativa de Artusi y Astesiano”. La iniciativa a la que este autor se refiere
es un proyecto de ley de 1926 por el que los diputados nacionales Carmelo
Astesiano y Ambrosio Artusi pedían la intervención federal a la provincia de
Entre Ríos, gobernada en ese momento por el antipersonalista Eduardo
Laurencena. No obstante, tal como señala Enrique Pereira, posteriormente
“participó de la reorganización que culminó con la unidad radical en 1935, año
en que retorna al Senado de la Provincia hasta 1939”.
La militancia política le valió a Víctor
Etcheverry la persecución por parte del gobierno fraudulento de Agustín P.
Justo. En 1933, tras el frustrado intento de asalto al Regimiento de
Ferrocarrileros de Concordia, en el marco del estado de sitio, fue detenido y
puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. El 13 de enero Los
Principios publicó una nota titulada “La policía local restringió el acceso de
visitas a los detenidos políticos Ing. Víctor Etcheverry y Señor Ambrosio
Artusi”. Recuperó su libertad cuatro meses después, tras el levantamiento del
estado de sitio. Fueron numerosas las responsabilidades que tuvo Víctor
Etcheverry en la conducción del partido radical: vocal y tesorero de la Junta
de Gobierno (equivalente al actual Comité Provincial), congresal, etc.
Víctor Etcheverry es recordado así por Enrique
Pereira: “Mantuvo una inquebrantable lealtad con Don Hipólito Yrigoyen, a quien
lo unió una cordial amistad… El paso por la Legislatura y el Congreso del
ingeniero Etcheverry no pasó inadvertido. Numerosas intervenciones e iniciativas
prueban su capacidad, preocupación y apasionada defensa de los principios
radicales. Hombre progresista y solidario, Etcheverry tuvo un papel
preponderante en el cooperativismo, llegando a ser presidente de la Federación
Entrerriana de Cooperativas. Asimismo, actuó en otras instituciones. Su
vocación democrática lo llevó, en la década del ´30, a participar con gran
entusiasmo en organizaciones de solidaridad con la República Española y también
en Acción Argentina, entidad que luchaba contra la barbarie nazi fascista”.
En 1950 el Concejo Deliberante impuso su nombre
a una calle de Concepción del Uruguay, anteriormente denominada Victoria.
Fuentes:
Concepción,
historia y turismo; Las calles de la ciudad (https://concepcionhistoriayturismo.com/las-calles/#/page/395)
Efemérides
radicales (http://www.efemeridesradicales.com.ar/Indice/V/Victor_Etcheverry/Victor_Etcheverry.html)
Flier,
Patricia; Historia y memoria de la colonización judía agraria en Entre Ríos: La experiencia de Colonia
Clara, 1890-1950, Memoria Académica, UNLP, 2011 (https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.1842/te.1842.pdf)
Gerlo, Martín;
Diario de la guerra radical, en Revista Cicatriz, Paraná, 17 de julio de 2024 (https://cicatriz.com.ar/diario-de-la-guerra-radical/)
González
Bollo, Hernán; La fábrica de las cifras oficiales del Estado argentino (1890 –
1947), Universidad Nacional de Quilmes, Bernal, 2014 (https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/107258/CONICET_Digital_Nro.304ac676-f669-457f-ae5a-b4e7415915e4_A.pdf?sequence=2&isAllowed=y)
Graciano,
Osvaldo Fabián; El agro pampeano en el pensamiento universitario argentino,
Revista interdisciplinaria de Estudios Agrarios, Programa Interdisciplinario de
estudios agrarios, Buenos Aires, 2001 (https://www.ciea.com.ar/web/wp-content/uploads/2016/11/revista-interdisciplinaria-de-estudios-agrarios-15.pdf)
Municipalidad
de Concepción del Uruguay; Intendentes uruguayenses (1783 – 2003), Espacio
Editorial Institucional UCU, Concepción del Uruguay, 2023.
Pereira,
Enrique; Diccionario Biográfico Nacional de la Unión Cívica Radical, Ediciones
IML, Buenos Aires, 2012.
Pereira,
Enrique; Mil nombres del radicalismo entrerriano, UNL, Santa Fe, 1992.
Repetto,
Nicolás; Cooperativas agrícolas, en Revista de Ciencias Económicas, Buenos
Aires, Febrero – Marzo – Abril de 1921 (http://bibliotecadigital.econ.uba.ar/download/rce/rce_1921_v9_n92-93-94_06.pdf)
Villa, Sandra
Gabriela; Tierra, poder y justicia:
Santa Fe y la cuestión social agraria, 1912-1932, Buenos Aires, CONICET -
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, 2018.
Versión ampliada del artículo publicado en el diario La Calle el día 27 de octubre de 2024.-
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