lunes, 19 de junio de 2023

UN INSTRUMENTO POLÍTICO DEL SIGLO XIX PARA EL SIGLO XXI

Por José Antonio Artusi

El lunes pasado, en Parque Norte, en la ciudad de Buenos Aires, una vieja herramienta de acción política volvió a exhibir su vigencia y sirvió para mostrar que la contradicción fundamental no es entre vieja y nueva política sino en todo caso entre mala y buena.  Me refiero a la sesión de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical.

Se puede ser viejo y a la vez progresista en serio, liberal genuino, republicano convencido y reformista consecuente. Se puede ser viejo y aún así reivindicar las banderas del cambio y la innovación respondiendo a las demandas del presente, sobre todo de los jóvenes, para construir un futuro mejor. Y se puede ser joven y a la vez conservador, autoritario, populista y reaccionario. No es la edad de las personas, ni la de las instituciones, la que determina su carácter.

El lunes, mientras viajaba a Parque Norte, iba pensando qué podía decir cuando me tocara intervenir. Y se me ocurrió que debía insistir con algo parecido a lo que había dicho en ese mismo recinto hace 4 años, en 2019, cuando ratificamos nuestra participación en una coalición que pasó a denominarse Juntos por el Cambio. Al acreditarme ví la frase que estaba presente en la cartelería de la Convención y me dí cuenta de que me podía servir como leit motiv: “unir y gobernar”.

Dije por lo tanto que en primer lugar es imperioso, como siempre, garantizar la unidad del radicalismo. Nuestra larga historia nos muestra que cada vez que el radicalismo se fracturó el sistema republicano en su conjunto sufrió las consecuencias. En segundo lugar garantizar la unidad y la cohesión de Juntos por el Cambio; alianza que resolvimos, por unanimidad, seguir integrando. Por eso me permití, con humildad, sin soberbia, pero con firmeza, hacer un llamado respetuoso a los compañeros de los demás partidos de la coalición para que cuiden a su vez la unidad de sus respectivas organizaciones políticas, y fortalezcan de esa manera a Juntos por el Cambio. Sostuve que estábamos dando en ese sentido en la sesión de la convención un modesto pero valioso ejemplo de unidad, debate horizontal de ideas y propuestas, y democracia interna. Delegados de todas las provincias, de diversos sectores internos, de distintas edades y trayectorias, con distintas tonadas, pudimos discutir en un clima de respeto, sin descalificaciones ni chicanas, tomamos decisiones y resolvimos cuestiones concretas. La coalición que integramos se trata de una herramienta demasiado valiosa y trascendente como para no cuidarla o ponerla en riesgo por ambiciones personales o cuestiones menores. Es el instrumento que nos debe permitir ganar las elecciones de este año y gobernar exitosamente la Argentina para sacarla del marasmo en que se encuentra tras la desastrosa gestión de este gobierno calamitoso de los Fernández, Alberto y Cristina; sin dudas el peor desde la restauración de la democracia, hito del que se cumplirán 40 años el 10 de Diciembre. En tercer lugar, la unidad no puede ser una cuestión meramente declamativa; sino que debe estar cimentada en sólidos acuerdos en torno a un programa de gobierno ambicioso pero a la vez factible y realista, con diagnósticos certeros y propuestas efectivas que permitan comenzar a transformar a la República Argentina en un país próspero, con libertad e igualdad para todos sus ciudadanos.   

A ese programa de gobierno, precisamente, hicimos un aporte sustancial aprobando los lineamientos para el período 2023 – 2017 elaborados por los equipos técnicos de la Fundación Alem, tras un trabajo intenso de diversas comisiones que contaron con la participación de hombres y mujeres de todo el país. El Presidente de la Fundación, Agustín Campero, señaló en este sentido que “un partido político debe decirle a la sociedad qué piensa acerca del futuro, hacia dónde ir, qué medidas hay que tomar para que podamos vivir mejor. Eso hicimos con cientos de especialistas en todas las áreas de gobierno”.

Aprobamos también, porque hay que predicar con el ejemplo, y a lo que proponemos para las políticas públicas en general lo aplicamos a la vida interna de nuestro partido, un protocolo para erradicar y prevenir la violencia y discriminación por razones de género u orientación sexual.  Nerina Neumann lo expresó claramente; la UCR "es el primer partido que va a tener un protocolo específico sobre violencia de género, es el primer partido de este país que trabaja para dentro lo que luego quiere hacer para afuera".

El documento que aprobamos, denominado “Del dolor a la esperanza”, sostiene que “nuestro país tiene que evitar tanto la repetición de las políticas y los protagonistas que nos llevaron a esta devastación, como así también las tentaciones excéntricas, temerarias y engañosas que implican saltos al vacío en términos políticos y democráticos y consecuencias sociales y económicas desastrosas”.

Finalmente, suscribo y enfatizo algo que dijo el Presidente de la Convención, Gastón Manes: “no hay democracias sin partidos. Sin partidos, la sociedad queda frente a un espejo roto y los gobiernos fracasan. Para eso se requiere más sensatez, menos personalismo y más juego en equipo. Los argentinos no le piden a la política soluciones mágicas; sí piden autenticidad. Quieren que los dirigentes marquen el rumbo con nitidez, no con chicanas o tacticajes”.      

 

Publicado en el diario La Calle el día 18 de Junio de 2023.-

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