viernes, 24 de noviembre de 2023

Unidad, Cambio, y Renovación

Carta abierta a mis correligionarios:

La Unión Cívica Radical se enfrenta a un desafío trascendental, uno más en su larga y fecunda historia al servicio de las causas de la libertad y la igualdad. La renovación de las autoridades de su Comité Nacional constituye en este sentido una oportunidad ineludible para iniciar un proceso de profundas transformaciones en la estructura y en la dinámica del partido.

Este desafío está atravesado por 3 consignas fundamentales, que unidas coinciden con las siglas de la UCR: Unidad, Cambio y Renovación.  

Unidad. La unidad de los radicales contenidos en la organización partidaria es un requisito indispensable para cualquier posibilidad de recuperación. La UCR nació de un cisma, y quizás esa circunstancia la predispuso a una permanente tendencia a dividirse en ramas que reclamaban cada una por su lado el monopolio de la pureza doctrinaria. Debemos ser el único partido en el mundo cuya marcha dice literalmente “que se rompa”. Nada bueno surgió de las divisiones de la década del 20 ni del cisma del 58 ni de la libanización del 2001. Cada vez que el radicalismo se dividió le dimos aire a opciones retrógradas y populistas, y condenamos a la ciudadanía a tener que optar entre alternativas que no tenían nada bueno que ofrecerle a la República. La unidad como componente estratégico de nuestra acción política no puede, obviamente, esconder debajo de la alfombra diferencias insalvables, pero sí debe ofrecer un margen razonable de flexibilidad que contenga a los diversos matices en el marco de nuestras concepciones pétreas. Quienes creyeron, profundamente equivocados, que el peronismo en cualquiera de sus versiones podía significar una alternativa válida de canalización de los ideales del radicalismo ya se han ido y lo único que deberían hacer es renunciar a su afiliación.  

Cambio. Ese hermoso y poético texto que es nuestra Profesión de Fe Doctrinaria - recordarlo nunca está de más - dice expresamente que “para el Radicalismo los fines son inalterables: los de la libertad y los de la democracia para la integración del hombre, así como pueden ser variables los medios porque son instrumentos, y variables son las condiciones sociales de la realización nacional”. Los fines son inalterables, pero los medios instrumentales que hemos implementado son en buena medida obsoletos y las condiciones sociales han cambiado profundamente. Es hora por ende de cambiar los medios. Cambiar los medios no puede ser una mera consigna gatopardista que se reduzca a maquillajes y retoques de circunstancia. Se imponen cambios de raíz; en nuestras normas, en nuestros métodos, en nuestras prácticas cotidianas, en nuestra comunicación, en nuestras estrategias proselitistas, en nuestras bases de acción política y en nuestras propuestas para un programa de gobierno. Esa revisión de nuestros postulados acerca delo que queremos para la sociedad argentina y cómo pretendemos lograrlo debe aproximarnos a las demandas y las exigencias de un partido moderno y preparado para gobernar de acuerdo a las condiciones cambiantes y complejas del siglo XXI, un partido político que se nutre de sus mejores tradiciones y sus principios inmutables pero que a la vez es capaz de hacer una profunda y sincera autocrítica y aprender en serio de sus propios errores y desvíos.    

Todo ello implica un proceso participativo y horizontal a lo largo y a lo ancho del país para involucrar a cada afiliado en pos de comprometerse a generar una nueva mística que recupere la confianza en nuestras propias fuerzas, sin la que no podremos transmitir la esperanza de un futuro mejor a la sociedad en su conjunto. Como dijo Yrigoyen en su momento, habrá que empezar de nuevo, con paciencia, con sentido estratégico, sin dejar que la coyuntura nos nuble la mirada hacia el futuro.   

Renovación. Se impone una profunda renovación de nuestros cuadros dirigentes a cargo de las máximas responsabilidades en la conducción del partido. La magnitud de los cambios imprescindibles expuestos más arriba demanda una dirigencia que no tenga vinculación directa con las tácticas y estrategias que a nivel nacional nos han llevado a este estado de situación, que sea capaz de concitar la suficiente credibilidad y confianza adentro y afuera de las filas partidarias. Sin tirar a nadie por la ventana, sin arrogancia ni soberbia por parte de nadie, asumiendo cada uno sus responsabilidades, es hora de dar paso a una nueva generación de dirigentes jóvenes y representativos, que se nutran de la fortaleza que dimana de nuestra presencia en gobiernos provinciales y locales, de nuestra activa presencia en el movimiento estudiantil, en organizaciones sociales y en la amplia geografía de casas radicales en todo el territorio nacional.  

La ciudadanía nos ha puesto a nivel nacional en el lugar de la oposición y es ese el rol que debemos desempeñar. Una oposición seria, responsable y constructiva; la contracara de la oposición intolerante y golpista que siempre lleva adelante el peronismo, la burocracia sindical, las corporaciones prebendarias y la izquierda marginal. Ser oposición, debe quedar claro, implica abstenernos por completo de ocupar responsabilidades en el actual gobierno nacional. Debemos preservarnos como alternativa. Ni los éxitos ni los fracasos de la próxima administración serán nuestros, y la ciudadanía lo debe advertir con claridad. Es clave por lo tanto no agotarnos en la mera oposición sino comenzar a construir una alternativa. Una alternativa basada en un sólido programa de gobierno y encarnada en una coalición de partidos políticos que compartan con nosotros principios, ideas y propuestas concretas; y no una mera conjunción de “espacios” que quizás sirven para ganar elecciones pero no para gobernar bien y llevar adelante las profundas transformaciones estructurales que nuestra sociedad demanda en todos los campos.      

El desafío es enorme y partimos de una situación harto difícil y compleja, pero ello no debe ser motivo de desánimo ni de pesimismo. Por el contrario, debe motivarnos a redoblar esfuerzos para encontrar los medios y los instrumentos que nos lleven a acercarnos a nuestros fines inalterables, los de la libertad y los de la democracia republicana en sentido integral.

Adelante radicales…!

 

José Antonio Artusi

Afiliado a la Unión Cívica Radical

 

Concepción del Uruguay, Cuna de la Organización Nacional, Noviembre de 2023.-  

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