jueves, 28 de diciembre de 2023

ISIDORO NEYRA

Por José Antonio Artusi

Hay una historia local, lugareña (¿una micro historia?) todavía poco investigada y menos conocida. Una mirada atenta a lo micro, a lo local, a lo “pequeño”, a lo cercano, a lo coyuntural, tiene la potencialidad de aportar elementos que permitan entender mejor los procesos estructurales que se dan en lo macro, en la gran escala, en los procesos que abarcan realidades diversas y extensas en el tiempo y en el espacio.

Rodolfo Leyes, en un trabajo titulado “¿Sindicatos de izquierda y obreros radicales?”, señala que “el 18 de marzo de 1943, Juan Balsechi, tal vez, el más destacado sindicalista de la provincia de Entre Ríos, fue excarcelado por la Justicia, que lo tenía preso desde hacía unas semanas por un conflicto en el puerto de Concepción del Uruguay. El mismo día de su libertad, compartió tribuna con el Senador provincial y Presidente de la UCR de Uruguay, Isidoro Neyra,…”.

Isidoro Neyra nació en 1904 y murió en 1962. Egresó con el título de maestro de la Escuela Normal de Concepción del Uruguay en 1922. Fue un destacado dirigente de la Unión Cívica Radical del Departamento Uruguay, llegando a ocupar numerosos cargos partidarios. Fue un decidido impulsor de la reunificación del radicalismo entrerriano que se concretó en 1935, tras el cisma de la década anterior entre yrigoyenistas y antipersonalistas. A los 25 años ocupó una banca de diputado provincial, mandato que desempeñó entre 1929 y 1931. En 1937 fue designado Jefe de Policía del Departamento Uruguay, y entre 1939 y 1943 representó al departamento como senador provincial. Su militancia opositora contra el gobierno nacional que fue depuesto el 4 de Junio de 1943 continuó contra el gobierno de facto que lo sucedió y contra el que asumió el 4 de Junio de 1946 tras las elecciones de Febrero de ese año, que llevaron a Juan Domingo Perón a la Presidencia. Esa postura le valió numerosos arrestos. En 1952 fue candidato a Vicegobernador, completando la fórmula que encabezó Fermín Garay. El peronismo se impuso con contundencia en esa elección, obteniendo una holgada ventaja sobre la fórmula radical, que obtuvo el segundo lugar. En 1955, tras el golpe que derrocó a Perón, Neyra fue designado Ministro de Educación por la intervención federal que había asumido el gobierno provincial. Enrique Pereira lo recuerda como “consecuente, apasionado y corajudo, además de un hombre austero y de gran formación intelectual”. “Patán” Neyra también incursionó en el periodismo, siendo director de los periódicos “Tribuna”, identificado con el radicalismo antipersonalista, y “Libertad”.

Una faceta menos conocida quizás de la trayectoria de Neyra es su vinculación con el mundo sindical. Rodolfo Leyes señala en su tesis doctoral que “en 1933 aparece, junto a los dirigentes sindicales de Concepción del Uruguay, propiciando un encuentro de los gremialistas con el gobernador para solicitar el indulto para unos obreros. En 1938 vuelve aparecer cerca de los obreros como comisario de Concepción del Uruguay, cuando logra sentar en una misma mesa a los trabajadores de la construcción ocupados en el Colegio Nacional y a la empresa constructora para firmar un pliego que era favorable a los obreros. Será años después, ya como senador, el responsable del envío de telegramas para reclamar por la libertad de Juan Balsechi, principal referente de la Unión Obrera Departamental de Concepción del Uruguay, apresado en el puerto de aquella ciudad bajo jurisdicción nacional”.

En un trabajo en el que analiza un período en el que “se comienza a reconocer el acercamiento a sectores políticos burgueses que manejaban el estado, en particular, el radicalismo” por parte de ciertos sectores sindicales, Leyes narra que “el primero de mayo de 1939 se celebró en la localidad de Colón con la concurrencia de militantes de otras localidades. Durante el acto se refirieron a las condiciones laborales, la situación de pobreza y desocupación. Pero uno de los referentes más importantes del gremialismo provincial, Juan Balsechi, dedicó parte de su discurso al reclamo por el incumplimiento de la ley de ocho horas laborales en el frigorífico local... Meses después el senador radical, cercano a los sindicalistas, Isidoro Neyra presentó una minuta para derogar la excepción a la ley de ocho horas de trabajo y encontró el apoyo de los sindicalistas que saludaron la medida”.

La lucha contra el fascismo constituyó otro punto de coincidencia entre el radicalismo y sectores sindicales. Rodolfo Leyes recuerda que “a mediados de los treinta, la lucha antifascista contaba con elementos endógenos que obligaron a todas las fuerzas “progresistas” a acercarse. Uno fue el proyecto de ley del conservador Sánchez Sorondo sobre la represión al comunismo –lo que implicaba la represión de casi toda manifestación de izquierda-. Otro tema preocupante eran los constantes ataques de las fuerzas reaccionarias a través de la prensa, con llamados a atacar a la población judía y a los gremialistas. Así fue que, en octubre de 1936, en medio de la discusión de una ofensiva de las fuerzas de derecha nacionalistas, se realizaron una serie de actos contra la reacción, a los que adhirieron varios partidos... Juan Balsechi fue el orador designado por la UOD. Días más tarde, se informó que las agrupaciones que respondían al “Frente Popular” (sic) habían logrado un acto con un gran público que alcanzó los 2.000 participantes, que había comenzado con la entonación del Himno Nacional. El primero en hacer uso de la palabra fue el radical Isidoro Neyra.”.-


Publicado en el diario La Calle el día 24 de Diciembre de 2023.-

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