miércoles, 18 de mayo de 2022

LEY DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL: SANTA FE NOS MARCA EL CAMINO

Por José Antonio Artusi

Diputados provinciales de Santa Fe de seis bloques diferentes han dado hace pocos días un verdadero ejemplo. Producto de un intenso trabajo en común han acordado un proyecto unificado de ley provincial de ordenamiento territorial. Se encaminan de esta manera a estar más cerca de contar con una ley necesaria que requiere amplios acuerdos políticos tanto como rigor técnico. 

En Entre Ríos deberíamos hacer algo similar. Es preciso recordar que hay dos proyectos sobre esta cuestión en la Cámara de Diputados desde 2018, uno que presentamos con Gabriela Lena y Jorge Monge y otro del Poder Ejecutivo que ingresó poco después. Aunque llamativamente están en diferentes comisiones, ambos cuentan todavía con estado parlamentario. Por otro lado, el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación está impulsando la sanción de leyes provinciales en esta materia, y a tal efecto ha dictado la Resolución 44/2021.

Son muchas las razones que marcan la necesidad de contar con una ley de ordenamiento territorial, en Santa Fé, en Entre Ríos, y en todas las provincias argentinas. Sólo unas pocas, como Buenos Aires, Mendoza y Jujuy, pueden mostrar normas vinculadas a esta problemática. Algunas de estas razones están claramente expuestas en el Documento de Política Nacional Urbana, que con la cooperación de ONU Hábitat se publicó en 2018. Allí se expresa, por ejemplo, que “las tendencias actuales de urbanización en Argentina traen como consecuencia marcadas desigualdades sociales, económicas y territoriales. El avance de estas tendencias y problemáticas dan cuenta de un sistema administrativo fragmentado, en el que la ausencia de instrumentos jurídicos y de gestión integrales no ha permitido a los gobiernos de los distintos niveles lograr la coordinación y articulación para gestionar y planificar las ciudades y el territorio”. A su vez, se manifiesta con notable contundencia en ese excelente y poco conocido texto que “la ausencia del Estado en la planificación y la gestión territorial ha contribuido a la expansión urbana de baja densidad y a la consolidación de un mercado de suelo urbano caracterizado por la usurpación, la especulación y la desigualdad. La escasez de instrumentos que regulen el mercado de suelo, junto con instrumentos de gestión local ineficientes e instituciones debilitadas, han favorecido el desarrollo de ciudades desiguales, socialmente excluyentes, espacialmente segregadas y ambientalmente insostenibles”.

Los problemas que se generan por la falta de este tipo de normas son numerosos y se combinan para afectar la capacidad de los gobiernos locales y provinciales para ordenar adecuadamente el territorio como soporte para el desarrollo sostenible. Entre esos problemas podríamos mencionar los siguientes:   

-          La falta de un marco normativo nacional y provincial de ordenamiento territorial impide que se fijen principios y se implementen instrumentos concretos para planificar la construcción de un hábitat equitativo y apto para el desarrollo humano. 

-          Falta de articulación de las políticas territoriales con las demás políticas sectoriales de promoción del desarrollo, sobre todo con la política económica, en general, y con la tributaria en particular. 

-          Escaso aprovechamiento de las potencialidades de las políticas de suelo como herramientas de planificación, recaudatorias, redistributivas, y de promoción del desarrollo.

-          Dificultades para financiar el hábitat urbano. Falta de instrumentos de recuperación y reinversión de plusvalías urbanas generadas por las acciones públicas.

-          Incremento de asentamientos informales con gran vulnerabilidad socio ambiental.

-          Ciudades poco densas, con elevada superficie de suelo ocioso en áreas consolidadas, con el consiguiente encarecimiento en la prestación de servicios y provisión de infraestructuras.      

-          Baja capacidad técnica y de gestión de los gobiernos locales para encarar procesos de ordenamiento territorial. 

-          Falta de presupuestos mínimos para garantizar derechos básicos en todo el territorio provincial.  

-          Déficits habitacionales y deterioro ambiental. Ciudades y territorios cada vez menos planificados, con procesos descontrolados y conflictivos de expansión urbana hacia las periferias. 

-          Ciudades con sectores cada vez más segregados socialmente y desconectados entre sí, con una pérdida progresiva de los tradicionales atributos integradores del espacio público.

-          Déficits de espacios verdes y equipamiento comunitario.

-          Déficits específicos de movilidad, gestión de residuos, agua potable y saneamiento, etc..

Están dadas las condiciones para que en Entre Ríos el ordenamiento territorial deje de ser la Cenicienta de las políticas públicas, y que se generen todos los debates necesarios para que podamos contar a la mayor brevedad posible con normas e instrumentos modernos y eficaces que permitan a los gobiernos locales y a la administración provincial planificar y gestionar adecuadamente para construir ciudades y territorios cada vez más prósperos, justos, sostenibles, seguros y saludables. Que el ejemplo de nuestros hermanos santafesinos nos sirva como un aliciente para avanzar en ese sentido.-  


Publicado en el diario La Calle el día 15 de mayo de 2022.-

No hay comentarios.: